Todo surgió a partir de una publicación en Arquine, El ojo del arquitecto, un libro que compila alrededor de 250 fotografías de Alfonso López Baz (Ciudad de México, 1947), quien se describe como “un arquitecto con cámara”. El proyecto tomaría otro camino, pues con la selección de 51 imágenes del mismo trabajo se daría vida a la exposición homónima que se inaugura en el Museo Franz Mayer.
“Es una gran satisfacción porque nunca me imaginé que a partir del libro fuera a tener después esta exposición en el Franz Mayer, porque pienso que muchos artistas quisieran estar ahí. Hace unos meses presentaron una exposición de Steve McCurry, uno de los mejores fotógrafos del mundo: ¡Y bueno, ni comparación! No lo digo como equivalencia sino al contrario, es un fotógrafo de excelencia, así que estar ahí me parece maravilloso”, dijo el creador en entrevista con MILENIO.
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Es así que la muestra El ojo del arquitecto, en contexto del Festival de Arquitectura y Ciudad MEXTRÓPOLI, captura edificaciones de espacios como Japón, Portugal, Madrid, Nueva York, Los Ángeles, Ciudad de México, Monterrey, Sayulita y Puebla.
Antes de la inauguración de la muestra, que estará abierta al público a partir del 22 de septiembre, el arquitecto conversó sobre su camino por la fotografía.
¿Cómo llega la cámara a sus manos?
Es una historia larga porque yo tenía entre 15 y 17 años cuando empecé con una cámara pequeña, a tomar mis fotos. Conocí a un amigo que tenía un cuarto oscuro, entonces empecé a aprender todo lo que era la amplificación, lo que eran los químicos y todo eso, lo que se convirtió en una pesadilla, así que decidí abandonarlo. Después, hace unos 15 o 20 años, la verdad que no me acuerdo, aparecen las cámaras digitales, me compré una chiquita y empecé a tomar fotos y a mandarlas a imprimir; hace como 12 años que tuve una cámara buena y me fui a un viaje a Sudamérica, donde por primera vez tomé fotos con esta conciencia del ojo del arquitecto, que es como se llama la exposición y el libro.
¿Cuáles fueron las primeras imágenes con esa conciencia fotográfica?
Unas fotos en Brasil, tuve la suerte de tener un espléndido guía y de darme toda una vuelta por Brasilia, y por lo menos tengo 20 fotos muy interesantes y les tengo un gran cariño. Entre ellas está el Congreso Nacional de Brasil y el Supremo Tribunal Federal.
¿La arquitectura se vive diferente a través de las imágenes?
Sin duda, porque precisamente el título de El ojo del arquitecto es lo que da la pauta a pensar que el mismo sitio puede ser visto de muchas maneras, porque siempre habrá una cantidad de fotógrafos que hayan fotografiado esos edificios. El chiste de esto (del proyecto), es que está tomado por otro arquitecto, y eso es lo hace, según yo, la diferencia.
¿La arquitectónica es una fotografía valorada?
Yo mismo me hacía esa pregunta, porque cuando decidimos que queríamos hacer el libro, tanto la editorial como yo decíamos: ‘¿Pero esto a quién le va a interesar? ¿A los arquitectos? ¿A los estudiantes de arquitectura?’. Pero me he encontrado con comentarios de gente que no tiene que ver con la arquitectura y que habla emocionados acerca de lo que ven y de la frescura, de la diferenciación y del color. Una cosa que no me esperaba pero que ha sido gratificante.
¿Es un fotógrafo arquitecto o un arquitecto fotógrafo?
Me considero un arquitecto con cámara (risas), porque hasta pena me da cuando me dicen fotógrafo, porque la verdad es que no tengo estudios, soy autodidacta.
¿Hay alguna edificación pendiente por fotografiar?
Sí, tengo pendiente desde hace tres años un viaje por Francia y Alemania, donde tengo pendientes todavía un edificio de Francia, la Fundación Louis Vuitton, y tengo también un par de museos en Berlín, pero que no se dio por cuestiones de la pandemia. Espero poderlo hacer en un tiempo no muy lejano.
MGR