Hace dos años un nuevo sismo golpeó la zona centro del país. El INAH dice que ya concluyeron los trabajos de reconstrucción y restauración de 217 de los 279 monumentos históricos con daño. En el resto se trabajará durante 2020.
Uno de esos edificios, que esperan su turno, está en Joquicingo.
Es la capilla del Calvario del Señor del Huerto, el templo que desde lo alto funge como protector de esta comunidad.
Se encuentra agrietado, apuntalado y sin imágenes religiosas, puesto que el Santo que allí habitó, ahora se encuentra en una capilla cerca del centro del pueblo.
Los mayordomos lo vigilan como si se tratara de un enfermo: caminan despacio y esquivan las vigas y los andamios que sostienen la cúpula de la iglesia.
Dentro se ven las paredes verdes, invadidas por humedad y moho. Y grietas. Muchas grietas.
Desde afuera se puede ver el deterioro del edificio. Como una imagen agravada y permanente de lo que ocurrió ese 19 de septiembre.
El templo está ahí, apenas de pie, apuntalado con vigas y vigilado por mayordomos que piden que su vieja iglesia no desaparezca.
LC