Se nos jubila Alma Rosa Castillo, rostro amable de la Coordinación Nacional de Teatro del Inbal. Primer golpe: la noticia lo deja a uno con el corazoncito estrujado. No es pensable una Muestra Nacional de Teatro sin esta mujer que lo resuelve todo, que inventa soluciones imposibles en la logística y que, con una sonrisa siempre en los labios, nos tranquiliza de cualquier percance sin perder su humor ácido y dulzón. Es el Alma de la República Teatrera. En el organigrama del Inbal parecería que ha ocupado un puesto más. Esa es la frialdad miope de la estructura de una institución y es normal. Sin embargo, si uno quiere una recomendación para ir a teatro en Ciudad de México en los teatros del Centro Cultural del Bosque, no acude a los críticos teatrales sino a Alma Rosa Castillo, que a lo largo de los años se ha convertido en una de las miradas más afiladas (al tiempo que generosa) de los espectadores especializados.
Alma es cobijo, sensatez e hilaridad; locura estable y guía. Ella, cual alma mater, nos convoca al fraterno encuentro y tiene el mapa todo de la República Teatrera en la memoria: funcionarios, foros escénicos, agrupaciones, dramaturgos, directores, escenógrafos, ¡hasta actores, vaya, que son infinitos! Es una súper base de datos que comparte ante cualquier consulta que le hace no solo la institución sino el gremio. Porque quizá el rasgo más evidente de esta servidora pública, a quien hace años los teatreros la adoptamos como una más de nuestro ecosistema, es la generosidad. “No soy díscola”, diría ella.
Amén de excelente compañera de viaje, se sabe los chismes todos de una comunidad que produce a veces más suceso abajo del escenario que arriba. Si Alma Rosa hablara o escribiera sus memorias colapsaría la vida a punta de risotadas y de revelaciones escandalosas. No me imagino, ni lo quiero, una Muestra Nacional de Teatro sin mi Alma del alma mía. Más les vale a las autoridades tenerla como invitada permanente.
Traspunte
Una función que la cambió
Alma Rosa Castillo nació en Torreón en 1960 y se enamoró del arte dramático asistiendo a una función del Programa Nacional de Teatro Escolar en Bellas Artes. En los varios frentes en los que ha contribuido Alma en el Inbal está también este importante programa que hoy sigue detenido.