En México se desperdician más de 20 millones de toneladas de alimentos al año, pese a esto, al menos 6.5 millones de personas viven en extrema pobreza y sólo comen una vez cada tercer día.
Así lo informaron investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo, del Instituto Politécnico Nacional y el Colegio de Posgraduados, campus Veracruz, entre otros, quienes realizaron un estudio y posteriormente un libro titulado "Seguridad Alimentaria y Pérdida de Alimentos en México".
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El doctor Genaro Aguilar Gutiérrez, egresado de la Universidad Autónoma de Chapingo y actual investigador del Instituto Politécnico Nacional, explicó que el desperdicio de alimento responde a la falta de planeación y logística en la distribución de los suministros, aunado a los intereses económicos para mantener los precios elevados de los productos.
"Al distribuir las toneladas de alimentos entre la población que sólo come una vez cada tres días, y que se localizan en parte de la mixteca oaxaqueña, la Comarca Lagunera o en medio del desierto, se combatiría la pobreza extrema de carencia alimentaria" señaló el también coordinador de la obra.
En tanto el doctor Eugenio Santacruz de León, profesor investigador del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y Agricultura Mundial (Ciestaam), perteneciente a la Universidad Autónoma Chapingo, subrayó que de acuerdo a la investigación realizada para la colaboración del libro, se estableció que en el país se desperdician más de 869 mil toneladas de carne.
Con ello podrían alimentar, bajo los requerimientos calóricos a 1 millón 61 mil 600 personas, lo que representa al 25 por ciento de los 6.5 millones de personas que comen una vez cada tres días, con sólo 3 productos de los que se desperdician en el país.
Explicó que el hambre y la pérdida de víveres y desperdicio se debe analizar desde el punto de vista político: “es un problema de poder, es funcional al sistema, al patrón alimentario capitalista para garantizar precios elevados”.
En su oportunidad, el doctor José María Contreras Castillo, profesor investigador de la División de Ciencias Económico Administrativas (Dicea), detalló que el estudio presentado se enfocó en 79 productos alimenticios y de toda la fase en la cadena agro alimentaria.
Aseguró que tan sólo en la Central de Abasto de la Ciudad de México, se pierden 800 toneladas de alimentos: “Si sumamos el valor de las pérdidas de alimentos, los costos ambientales de emisiones de gases de efecto invernadero y los recursos hídricos en la producción, se estima una pérdida económica de, aproximadamente, 25 mil millones de dólares, es decir un 2.5 del PIB de nacional”.
Finalmente manifestó que el estudio aporta elementos para generar una agenda de seguridad alimentaria y nutricional, para el diseño de una política que incluya estrategias y acciones para reducir la pérdida y desperdicios de alimentos, combatir la pobreza extrema y evitar el hambre.
LC