La pintura original de Vermeer en Muchacha leyendo junto a la ventana ha sido en parte desvelada, más de dos siglos y medio después de su creación, con la restauración aplicada al cuadro, obra maestra del pintor holandés que se conserva en un museo de Dresde, Alemania.
Los expertos de la Staatliche Kunstsammlungen Dresden que llevan a cabo la restauración han eliminado la capa de pintura que ocultaba una representación de Cupido, que pintó originalmente Johannes Vermeer y que fue aplicada por otra mano que no era la del artista.
Las últimas pruebas de laboratorio, hechas por expertos del museo, confirman que el sobrepintado no lo realizó Vermeer y durante el proceso de restauración se ha verificado que se aplicó varias décadas después de que el artista completara la obra.
Un análisis con rayos X, hecho en 1979, desveló la existencia de esa imagen de Cupido en la pared situada detrás de la figura principal, y varios científicos asumieron que Vermeer había cubierto ese espacio pero ahora se sabe que no fue él quien lo hizo.
Marlies Giebe, jefa de restauración del museo, declaró que con la restauración ahora en marcha se recupera “el color fresco” que caracteriza a Vermeer.
“A partir de hoy, el público puede beneficiarse de la oportunidad única de observar nuestros hallazgos directamente en el trabajo original”, añadió la jefa de restauración.
Según Uta Neidhardt, conservadora jefe del museo, al retirar parte del sobrepintado se detecta ya un “cambio destacable en el efecto de la pintura”.
“Los elementos de velado y disfraz tienen un papel menos dominante en esta etapa temprana de Johannes Vermeer, que la composición con el fondo alterado por otra mano nos indujo a creer durante dos siglos y medio”, añadió.
Sobre esta obra, la historiadora Laura Prieto Fernández, refiere que “en la producción de Vermeer la mujer siempre ha contado con un papel más que destacado; los protagonistas de sus lienzos son a menudo preciosas mujeres que, ajenas a la presencia del espectador, se dedican a sus quehaceres mientras el artista capta su belleza, detallismo y la intimidad de la escena”.
LAS CLAVES
1657-1659
El cuadro, pintado entre 1657-1659, ha sido una de las obras principales de la Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde.
1742
Fue adquirido en París en 1742 para la colección del rey de Sajonia Federico Augusto II, aunque el vendedor lo atribuyó a Rembrandt.
SIGLO XX
Al terminar la Segunda Guerra Mundial la obra fue llevada a la URSS como botín de guerra.