No había terminado la alerta de aquel 7 de septiembre, cuando la familia Pétriz corrió de su casa a la calle de Zaragoza, en el barrio de Jalisco, en el centro de Tehuantepec, en Oaxaca. La Casa de Ensayo, como le llaman a su espacio, estaba dañada en un 60 por ciento.
El techo y el repellado se habían venido abajo, los muros estaban también a punto de caerse y, en general, la construcción antigua, que tiene más de 200 años, y la parte catalana, con alrededor de 60, estaban en muy malas condiciones.
Este foro ha sido, desde hace una década, la parte medular en la creación de una de las compañías más importantes y propositivas del país: el Grupo Teatral Tehuantepec, encabezado por el director y dramaturgo Marco Antonio Pétriz, ganador del premio Xavier Villaurrutia 2017.
“Nuestro grupo nace en 1987, con la necesidad de crear un teatro a partir del entorno, en ese entonces le llamábamos comunitario, pero conforme pasó el tiempo le pusimos del entorno, porque trabajamos a partir de lo que tenemos en nuestras narices, cerca: desde la idiosincrasia hasta lo cultural, y que tenga que ver con nuestra manera de vivir, con lo cotidiano de Tehuantepec. Aclaro que no es una propuesta folclórica, es teatro con toda una propuesta artística, estética y dramática.
“Para nuestro espacio rentábamos diferentes lugares de la ciudad, dependiendo de las necesidades dramatúrgicas del proyecto en turno, y siempre le llamamos la casa de ensayo. Al tener un lugar propio, desde 2008, obtuvimos mayor tranquilidad y también crecieron nuestras posibilidades; tenemos un foro interior y dos al aire libre, un salón de talleres donde exploramos la investigación actoral, aunque también se presta para diferentes actividades, porque podemos dar talleres abiertos al público, intercambiar con otros grupos, y se presentan todo tipo de espectáculos: danza, música o teatro”.
Pétriz explica que el inmueble quedó dañado con el temblor del 7 de septiembre, y con el del 19, terminó de dañarse hasta en un 60 por ciento. “De hecho toda nuestra actividad creativa artística se suspendió, no teníamos otra alternativa, la mayoría de las construcciones de la zona, con 200 años de antigüedad, sufrieron daños importantes”.
PRIMER ANIVERSARIO
Para acudir a la 38 Muestra Nacional de Teatro en León, Guanajuato, el Grupo Teatral Tehuantepec se aventuró a ensayar entre esos muros debilitados, pero no volvió a realizar actividad alguna en aquellas instalaciones y desde entonces empezó a sumar esfuerzos en cadena para recuperar el espacio.
Con el apoyo de artistas nacionales e internacionales, además de las redes sociales, el grupo difundió la necesidad de recuperar la Casa de Ensayo. Recibieron ayuda de instituciones como el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), de la embajada de Canadá en México y la violinista canadiense Angèle Dubeau, quien donó a la causa lo recaudado en uno de sus conciertos en el Palacio de Bellas Artes.
También recibieron apoyo de Lidia Camacho (directora del INBA), Luz María Aguilar Zinser y Luis Mario Moncada, entre otros integrantes de la comunidad teatral.
“Ha sido un trabajo muy arduo, muy pesado; independientemente del trabajo de albañilería, nosotros mismos trabajamos muchas veces con nuestras propias manos para limpiar, acomodar, pintar el espacio, metiendo las manos a la tierra.
“Esa parte es fundamental, sin eso no existe nuestro rito, el rito del teatro, lo que está padre del Grupo Teatral Tehuantepec, porque todos estamos dispuestos a limpiar, barrer, cuidar nuestro espacio: no tenemos esa pose de que como somos artistas no metemos las manos. Nosotros somos campesinos del teatro, nos gusta tocar la tierra”.
Marco Antonio Pétriz comentó que ya iniciaron los trabajos de exploración para su siguiente montaje, que en principio podría estrenarse a principios de febrero del siguiente año; con ello la compañía aumentará su repertorio a 24 obras, escritas y dirigidas por él mismo. No quiso dar detalles de la nueva obra, pero muy seguramente volverá a ofrecer una propuesta de su teatro del entorno.