Mascarillas y jeringas son algunos de los desechos de la pandemia de covid-19 que utiliza Marcelo Toledo, artista que parte de la orfebrería, para crear una muestra llamada Con lo que nos queda, museo del después, que busca transformar el dolor en belleza y proponer una reflexión sobre el futuro.
Este creativo argentino, que ha hecho desde las joyas para el musical Evita de Broadway de Nueva York hasta piezas únicas para personalidades como Barack Obama y Madonna, encontró la inspiración tras contraer el virus hace un año, un episodio que lo dejó ocho días internado con neumonía bilateral.
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Esa experiencia marcó un antes y un después en su vida y disparó múltiples creaciones artísticas, desde una mascarilla de 14 metros con la bandera argentina que colocó en el emblemático Obelisco de Buenos Aires -una iniciativa que fue replicada en otros lugares del mundo-, hasta una exposición para generar conciencia sobre la donación de órganos durante la pandemia.
"Me emociona poder transformar el dolor en belleza y esta muestra es exactamente eso, poder plasmar todo lo que nos está pasando como sociedad (...) y poder transformarlo en obras que el día de mañana nos remitan a esta pandemia", dijo Toledo en su taller del bohemio vecindario de San Telmo, en el centro de Buenos Aires.
Marcelo está recolectando material reciclado vinculado al coronavirus que personas, laboratorios y hospitales le envían, desde vacunas y resultados médicos, hasta recortes de diarios y carteles de ánimo realizados por niños, y armando bolsas selladas al vacío que luego formarán parte de la muestra, cuya inauguración está prevista para septiembre.
"Es la primera vez que hago una muestra en la que no tengo que comprar ninguno de los elementos. Esta muestra es totalmente colaborativa porque todo lo que vamos a ver y que la gente va a poder observar son piezas, productos, elementos, todo material descartable o basura que la gente me envía", dijo el artista, que recibe donaciones en @marcelotoledook y @museodeldespues.
"Está todo encerrado o encapsulado porque no deberíamos nunca olvidarnos de esto. Entonces, la idea es que todo pueda ser conservado en el tiempo", agregó Toledo, de 45 años, quien trabaja regularmente con metales y otros materiales reciclados.
En la exposición habrá un barco real que atraviesa simbólicamente esta tormenta e islas de reciclado para generar conciencia sobre la importancia del cuidado del medio ambiente.
"La muestra va a contar la historia de este barco que salió a navegar y quedó varado luego de esta tormenta que es una gran metáfora de lo que nos está pasando. Esta pandemia, una gran tormenta global", dijo Toledo.
El Museo del después se exhibirá en un espacio público de unos 3.500 metros en el corredor de museos del centro de Buenos Aires, muy cerca de una obra de bronce del artista llamada "Matriz", que habla de cómo podemos regenerarnos a partir de un hecho traumático, en ese caso la violencia de género.
"Es una especie de cronología de lo que nos pasó. (…) Mi idea es invitar a la sociedad a empezar a transitar de nuevo luego de esto, es como un segundo génesis, como el de Adán y Eva pero mucho más contemporáneo", dijo Toledo.
Así como sucedió con la mascarilla gigante, que se hizo también en países como Estados Unidos y Japón, el artista sueña con reproducir esta exposición en otras ciudades del mundo.
"La idea de este Museo del después es, por un lado, buscar elementos de todo el mundo y poder replicarla en otros lugares e incluso conseguir el día de mañana un museo físico para dejar la obra para la posteridad", concluyó.
yhc