Alfredo Vilchis: “mis exvotos son películas que cuentan un relato de principio a fin”

Alfredo Vilchis, cuya obra se ha presentado en el Louvre, regresa al Museo de la Ciudad de México con una nueva exposición

Alfredo Vilchis | Jorge Carballo
Ciudad de México /

El pintor del barrio, El Da Vilchis de la Lagunilla, da gracias a Sebastián, el santo más solicitado por el movimiento LGTB+. Lo pintó con gran devoción en mediano formato por los favores recibidos debido a que sus exvotos son muy solicitados por esta comunidad.

Alfredo Vilchis (Ciudad de México, 1960), quien se asume guadalupano, desborda su imaginación a través de pinceladas en pequeñas obras, en esas ofrendas de agradecimiento que las personas le encargan por los milagros obtenidos.

Después de todos estos años le digo san Sebastián: gracias por darme tanto”, cuenta en entrevista con MILENIO.

Pinta historias que lo atrapan en su camino, realiza pequeños recuadros a petición de algunas personas que llegan a su puesto en La Lagunilla y le preguntan si les puede hacer un exvoto.

Alfredo Vilchis | Jorge Carballo

Desde hace casi cuatro décadas encontró en la pintura su medio de subsistencia, pero fue con el género de los exvotos que descubrió que podía venderlos por su valor estético y cultural, así logró posicionarse como uno de los artistas populares más importantes de México.

“Mis exvotos son una escena, para mí son películas, que cuentan un relato de principio a fin, la escena te da el momento y el texto te da la historia”.

Cuenta que, al quedarse sin trabajo, la necesidad lo orilló salir a la calle a vender sus pinturas en miniatura. Su vida cambió cuando descubrió los exvotos y decidió pintar estos pequeños retablos.

Alfredo Vilchis | Jorge Carballo
Me salí a las calles de la Zona Rosa a vender miniaturas, que por cierto ahora he estado recuperando, poco a poco las he ido comprado. De repente vi un exvoto, lo empecé a limpiar y ahí inició la investigación, y mi fervor por hacerlos”.

Obra valorada

“No sé si el exvoto me encontró a mí o yo encontré al exvoto. Doy gracias porque me ha llevado a caminar por muchas partes del mundo. No soy rico, la verdad, aunque siempre sostengo que soy feliz porque hago lo que yo quiero”.

El artista autodidacta presenta su más reciente exposición Exvotos sobre diversidad en el Museo de la Ciudad de México, donde celebra con fervor que este recinto histórico vuelve a recibirlo.

Recuerda que hizo su primer exvoto sobre diversidad después de leer un artículo sobre la operación que se hizo un hombre “para cambiar de sexo, ahí tengo hasta el periódico en que se publicó esa noticia. De ahí me entró esa inquietud y empecé a investigar. De repente me topé con otra historia, que daba cuenta que un padre encontró a su hijo vestido de mujer y lo golpeó, la madre le pidió a san Juditas Tadeo que lo liberara de esa agresión que el hijo estaba viviendo y el padre a regañadientes los aceptó. De esa situación hice un exvoto. Ahora la gente es más abierta, ya no es que pidan permiso, es su derecho ejercer su libertad”.

El artista muestra su alegría por exponer de nuevo en el Museo de la Ciudad de México, donde presenta 50 obras, 25 de las cuales hizo en colaboración con su hijo Luis, quien a la edad de los seis años pintó su primera obra.

Alfredo Vilchis | Jorge Carballo

Vilchis pinta exvotos de varios tamaños y con todos los temas que le piden. Comenta que no tiene una idea de cuántos ha hecho a lo largo de estos años que lo han consolidado como un artista muy valorado en Francia, donde ya expuso. Lo hizo en el Museo de Louvre por invitación del Premio Nobel de literatura Jean-Marie Le Clézio, quien organizó la muestra colectiva Los museos son mundos en la que cuestionó el eurocentrismo.

“El libro La calle de los milagros, que me publicaron con la ayuda de Hervé Di Rosa, me abrió las puertas para entrar al mercado del arte, a los museos y galerías. Cada dos años, por ejemplo, expongo en el gran Petite Palais de París, una feria de arte como Zona Maco”, dice El pintor del barrio, como lo identificó Carlos Monsiváis.

Vilchis comparte que la universidad de Nuevo México, que tiene una de las colecciones más grande de exvotos, le pidió tres retablos para sumarlos a su acervo.

¿Cuál es la mayor característica de su obra?

Pinto un corazón que no es anatómico ni religioso, y cuando la gente me solicita un exvoto, me dice que pinte ese corazón que yo he creado.

¿Ha sufrido censura de parte de la Iglesia?

No, ¿será porque mis exvotos no llegan a la Iglesia? La gente que me lo pide prefiere tenerlos en su casa, en altares personales. Me han solicitado un cuadro de san Sebastián y aparte uno o dos exvotos para ponerlos en altares en sus casas. Siento que si los llevan a la iglesia los van a tirar, y por eso mejor los conservan en la intimidad.

“Además no tendrían por qué ya que en la Capilla Sixtina hay desnudos, es el cuerpo humano y hay libertad para pintarlo. Por muy fuerte que sea la pintura no se sale de lo que es: un testimonio de fe y de agradecimiento”.

La exposición Exvotos sobre diversidad, en el Museo de la Ciudad de México se presenta como parte de las actividades que la Secretaría de Cultura capitalina programó para la celebración en junio del Mes del Orgullo LGBT+. La entrada es gratuita.

DAG

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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