El acto creativo, en algunas de sus formas, suele ser individual, íntimo, en la soledad del estudio, a la caza de ese sueño o esa pesadilla que permita el surgimiento del arte. Pero del otro lado existe una atmósfera más colectiva, lúdica, de diálogo no solo entre los artistas, sino incluso con los espectadores que siguen atentos cada trazo, cada color integrado al material.
“Rodin solía reunir a gente en su estudio y los invitaba a convivir. Cuando ya estaban todos dispersos, agarraba un martillo y amenazaba con destruir una escultura: su asistente —a quien ya había entrenado— le rogaba que no lo hiciera, pero él insistía en hacerlo porque ‘esa escultura no es perfecta’. La rompía y quedaban pedazos perfectos.
“El artista tiene un estado de mucha intimidad, pero también otro muy público, en el que le gusta convivir, porque le gusta la reacción sobre su obra. Es una tradición desde Rafael y Leonardo: siempre ha existido una parte muy visible, porque ver crear es un gozo, es un privilegio que no siempre disfrutas”.
Las palabras le pertenecen a Avelina Lésper, directora de MILENIO Arte y artífice del ejercicio lúdico que se realizó para festejar la primera década de MILENIO Televisión: la intervención de 10 televisores antiguos por la mirada de 21 artistas convocados a la celebración.
“Unir la televisión con el arte, en vivo. Hacer televisión en vivo, como se hace en MILENIO, es un arte también”, decía la crítica de arte al comenzar el ejercicio, un momento aprovechado por el presidente ejecutivo de Grupo MILENIO, Francisco González Albuerne, para recordar que los 10 años de la televisora han representado “un viaje extraordinario”.
“Me tocó comenzar el proyecto con Carlos Marín, Rafa (Ocampo), Ciro (Gómez Leyva) y con Azucena (Uresti), y ha sido un viaje extraordinario: no nos gusta la rutina, todos los días son distintos, y qué mejor que celebrar hoy con todos ustedes que han confiado en nosotros y en la idea que trazamos Avelina y yo, y muchas otras personas, la Fundación MILENIO y el apoyo al arte”.
Retos y creatividad
El segundo piso del edificio de MILENIO en la calle de Morelos, en el Centro de Ciudad de México, se convirtió en un enorme estudio para los artistas convocados: Arturo Rivera, Arturo Buitrón, Wero Ramos, Jonathan Reséndiz, Paulina Jaimes, Diego Narváez, Rita Vega, Jazzamoart, Sergio Gutman, Raúl Sangrador, Enrique Cantú, Alfredo Nieto, Antonio Chaurand, Virginia Chévez, Paola Celada y Diana Carolina.
Todos ellos alrededor de viejos televisores, a los que ya se le asomaban los “bulbos” y las perillas para subir el volumen o cambiar al canal. Aunque si se daban unos cuantos pasos más, habían un espacio para el
action paintingde la gente de la empresa, mientras Óscar Cedillo —director editorial de MILENIO Digital— y Jairo Calixto Albarrán dejaron su labor periodística por un tiempo para poner la música que ambientó la sesión creativa.
“Celebro que la única empresa periodística comprometida con el arte sea MILENIO”, comentaba Carlos Marín, asesor de la Presidencia Ejecutiva del grupo; mientras Rafael Ocampo, director de la MILENIO Televisión, reconocía que los retos por venir son muy complejos, “lo único que sabemos es que con base en esta unidad que estamos logrando, con esta creatividad que convocamos, vamos a ganar lo que sea y seguiremos siendo una empresa y un proyecto periodístico vigente”.
Así, los televisores dejaron de ser cajas extintas, adquirieron vida y también contribuyeron a celebrar una década de MILENIO Televisión; como dijera Eko: “Solo aquí se podía organizar una actividad como esta. ¿Qué es esto para mí? Un cambio de paradigma, significa que la televisión se está renovando y que enfrenta nuevos retos”.
Al final, la promesa del presidente ejecutivo de Grupo MILENIO, Francisco González Albuerne: las televisiones intervenidas van a estar en los principales museos de México y de otras partes del mundo.