La fascinación y, en algunos casos, la obsesión por la Luna, son las grandes protagonistas de la nueva muestra del Museo Metropolitano de Arte (Met) de Nueva York, la cual conmemora los 50 años de la llegada del ser humano a la Luna.
El alunizaje del Apolo 11 el 20 de julio de 1969 supuso no solo “un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”, como dijo el astronauta Neil Armstrong al poner el pie sobre la superficie lunar. También supuso la culminación de un sueño de siglos.
La historia de este sueño es la que cuenta la exhibición La Musa del Apolo. La Luna en la era de la fotografía, que arranca este miércoles y que durante todo el verano permitirá a los visitantes de la galería ver más de 170 fotografías del satélite, así como pinturas, impresiones, dibujos, películas o instrumentos astronómicos.
El recorrido arranca con el libro Mensajero de las estrellas, una obra de Galileo Galilei que se anticipó dos siglos a la fotografía al publicar los primeros dibujos de la superficie de la luna con una claridad asombrosa.
A partir de ahí la historia de la fotografía y la selenografía —intentar capturar la superficie del satélite— se entrecruzan y los nuevos avances tecnológicos, ya sean daguerrotipos, impresiones, dibujos o instantáneas, sirven también para plasmar y acercar al ser humano a la Luna.
De la pintura al cine
La misma Luna que plasmaron artistas como Claude Mellan en el siglo XVII, John Tussel en el XVIII o Caspar Friedrich en el XIX es también la que inspiró a cinematógrafos y pioneros de la imagen en movimiento como el conocido Georges Méliès y su Viaje a la Luna.
Filippo Morghen la visualizó como un lugar donde los selenitas, al estilo de los nativos americanos, vestían con tocados de plumas y vivían en grandes calabazas.
Esto se demostró irreal con los avances tecnológicos, sobre todo durante la carrera espacial que enfrentó a Estados Unidos y la Unión Soviética durante la segunda mitad del siglo XX.
La Musa del Apolo. La Luna en la era de la fotografía dedica una de las salas a este enfrentamiento, y cómo los astronautas estadunidenses y los cosmonautas soviéticos intentaron ser los primeros en algo: en mandar una nave espacial, en enviar vida al espacio o, finalmente, en poner los pies sobre la superficie lunar.
Este hito fue obra de Armstrong, y aparece inmortalizado gracias a las fotografías que hizo de su compañero de misión, Edwin Buzz Aldrin, caminando por el polvo lunar.
La fotografía ha estado muy presente en los avances espaciales, explicó el director del Met, Max Hollein, para quien la “fascinación” por la Luna se conecta con el propio origen de la fotografía y, más tarde, con el desarrollo de la televisión de masas, que cambió “radicalmente los límites de la visión humana”.
Las curadoras
El catálogo incluye textos de Mia Fineman, curadora del Departamento de Fotografía del Met, y Beth Saunders, investigador de la Universidad de Maryland.
Mirar el cielo
Especialistas de la Asociación de Astrónomos Amateurs conducirán sesiones para observar el cielo desde el jardín situado en el techo del Met.
Música celeste
Tracy Stark ofrecerá conciertos con canciones inspiradas en la Luna, los cuerpos celestes y los paisajes espaciales.