El primer edificio moderno en México (de Juan Manuel Heredia, editado por Arquine) documenta las casas gemelas diseñadas por los arquitectos suizos Paul Artaria y Hans Schmidt en la colonia Del Valle. Estas casas representaron el primer edificio moderno construido en México. Y aunque las construcciones sufrieron algunas alteraciones a lo largo de sus tres décadas de existencia, y fueron finalmente demolidas, los registros existentes comprueban que fungieron como una morada para una familia de inmigrantes europeos asimilados a la ciudad y al país: en esa medida, partícipes de su historia.
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Se trata de un libro con dos portadas, un jano bicefalo para contar la historia de dos casas gemelas en dos idiomas, que hace eco a la condición dual y simétrica del proyecto de dos arquitectos, para dos familias doblemente hermanas. Como narra el investigador mexicano residente en Portland, Juan Manuel Heredia, fueron construidas para dos familias suizas residentes en México que estaban emparentadas de forma peculiar: un par de hermanos casados con otro par de hermanos. Los hijos de ambos matrimonios eran más que primos, por lo que sus casas eran gemelas en un sentido casi literal. Las dos familias pertenecían a selectos circuitos profesionales e intelectuales de Suiza y, en México, fueron parte de una nueva sociedad posrevolucionaria en formación.
El libro narra con rigor científico la historia de este proyecto encargado a los arquitectos suizos radicados en Basilea, pertenecientes a la primera generación del Movimiento Moderno. Fueron los fundadores de la asociación de arquitectos suizos de vanguardia ABC, que era el ala radical del racionalismo arquitectónico del siglo XX. Radical tanto en su compromiso social como en el minimalismo de su expresión, que encontraría un campo fértil en México. De acuerdo con Hannes Meyer, las familias construyeron las casas según los planos de los arquitectos, que nunca viajaron a México. Se empezaron a construir a finales de 1929 o principios de 1930. El ingeniero suizo, radicado en México, Max Gloor, adaptó el proyecto a las técnicas de construcción locales de muros de carga y losas de concreto e incorporó nuevos requerimientos de los clientes.
Localizadas en la colonia Del Valle, en la esquina de Gabriel Mancera y San Borja, cada una de dos niveles, a partir de un módulo de 4 metros usado regularmente por los arquitectos. La planta baja se elevaba 75 cm del nivel del suelo con un vestíbulo, un despacho, la sala de estar y el comedor, la veranda y la cocina, con un cuarto de servicio, dos medios baños, cochera, despensa y bodega. Los dos niveles se unían por una escalera semi helicoidal. Los dormitorios, ubicados en la planta superior constaban de una recámara principal, dos recámaras de niños y una de huéspedes. Todas las recámaras se abrían a una terraza-corredor de uso común. Estas casas gemelas fueron demolidas y sustituidas por una clínica del IMSS en los años 70.
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Pero todo el rescate sería irrelevante si no fuera que representan un cambio de suma importancia en los datos de historia de la modernidad en México. Hasta ahora, la casa que Juan O’Gorman construyó para su padre Cecil O’Gorman en San Ángel (y que poco después tendría a su lado los famosos estudios de Diego Rivera y Frida Kahlo) era considerada la primera construcción moderna en México. Con los datos bien documentados que aporta Heredia en este libro, las casas gemelas proyectadas por Artaria y Schmidt en la colonia Del Valle pasan a ocupar ese codiciado primer lugar en la Historia de la arquitectura moderna mexicana.
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ARTARIA Y SCHMIDT, LOS PIONEROS SUIZOS
Los arquitectos suizos Paul Artaria y Hans Schmidt eran un poco más jóvenes que Le Corbusier, Mies van der Rohe o Walter Gropius. Su racionalismo dentro del grupo ABC representaba el radicalismo del radicalismo, tanto en su compromiso social como en el minimalismo de su expresión.