Carla Sozzani. La línea invisible entre arte y moda

Edición Fin de Semana

La editora y empresaria italiana abre una ventana a su universo estético, de encuentros y descubrimientos, a través de una exposición fotográfica que incluye una imagen poco conocida de la pintora Frida Kahlo.

Carla Sozzani abre exposición con foto inédita de Frida Kahlo (Especial).
Laura Cortés
Ciudad de México. /

Para Carla Sozzani (Italia, 1947), ícono de la industria de la moda internacional y una de las figuras más influyentes en el ámbito artístico en Europa, es imposible separar moda y arte. “Nunca he podido tomar una u otra dirección. He navegado entre ambas disciplinas toda mi vida, porque realmente no encuentro la diferencia entre ellas. Para mí, todo tiene que ver con la belleza”, asegura quien fuera editora de las revistas Vogue y Elle, edición Italia.

Una prueba de esa particular visión es el acervo de más de 2 mil fotografías que Sozzani ha reunido a lo largo de 40 años de “encuentros y descubrimientos”, resultado de su amor por el arte y de su relación con renombrados fotógrafos en el mundo del diseño y la moda.

Ahora, la también empresaria italiana ha decidido abrir una ventana a su universo estético a través de la exposición Entre el arte y la moda, una selección de 166 fotografías de su colección, donde se aprecian obras de más de 90 artistas como Berenice Abbott, Richard Avedon, David La Chapelle, Helmut Newton, Man Ray y Francesca Woodman, entre otros. 

A principios de los 70 la editora empezó a sobresalir por su gran conocimiento sobre el arte, una pasión heredada por sus padres, y por poseer un instinto nato para las tendencias. Su éxito, aseguran, se debió a su “ojo audaz” no sólo para la moda, sino también para la fotografía. No obstante, ella dice que nunca tuvo la intención de formar una colección, instintivamente fue atesorando imágenes ahora invaluables que componen un impresionante acervo fotográfico. Algunas obras fueron adquiridas en subastas, otras en museos (sitios que ha frecuentado desde su niñez), algunas más son recuerdos de las largas jornadas con fotógrafos y otras regalos de los mismos artistas como Helmut Newton, Bruce Weber o Paolo Roversi.

La editora relata que cuando su amigo, el famoso diseñador Azzedine Alaïa le aseguró que se había convertido en una coleccionista y le propuso hacer una exposición, ella contestó sorprendida: “No tengo una colección. Son solo souvenirs. Todas las fotografías tienen un significado especial, un valor sentimental, porque son una especie de diario de mi vida”.

“Mi colección es un balance de lo que es mi vida entre el arte y la moda. Muchos de los fotógrafos que he conocido se convirtieron en mis amigos. He podido trabajar en estos años con maestros de la fotografía como Helmut Newton o Sara Moon”, dice.

Frida, en el mundo Sozzani

Alejada de los convencionalismos, la exposición —que puede visitarse en CentroCentro, en Madrid, donde permanecerá hasta el 10 de enero de 2021— ofrece una perspectiva diferente sobre la moda. Comisariada por la Fundación Sozzani, no es un recorrido temático ni cronológico, sigue un orden alfabético que solo pretende mostrar la visión personal de la editora sobre la belleza.

Entre el arte y la moda forma parte de la programación del Festival de Fotografía y Artes Visuales Photo España. Claude Bussac, su directora, afirma que en esta muestra sobresale “una fascinación por el cuerpo que se aleja de lo que comúnmente se ve en las revistas de moda. Se aprecia la mirada sofisticada y el lenguaje visual” de un personaje tan influyente como lo ha sido Sozzani.

Una de las piezas que más ha llamado la atención es una fotografía, poco conocida en Europa, en blanco y negro de Frida Kahlo, en la que la pintora luce un atuendo masculino estilo chino. Se le ve relajada en una silla luego de haber pasado por una cirugía. El retrato fue tomado en su casa de Coyoacán, en 1947, por su sobrino Antonio Kahlo y era parte de los objetos que permanecieron ocultos durante medio siglo tras la muerte de la artista mexicana.

Otra obra icónica en el mundo de la moda es Meg, para Azzedine Alaïa, 1987, del italiano Paolo Roversi, en ella se advierten las obsesiones del famoso fotógrafo: la luz, la elegancia y una historia detrás de cada imagen. La característica de Roversi, quien trabajó arduamente para la firma Dior, es capturar la belleza de los vestidos más que la de las modelos.

Aunque no todas las obras expuestas son fotografías de moda, “la sensibilidad de la moda siempre está ahí”, asegura Bussac. Celebridades como Naomi Campbell o Kate Moss figuran en esta selección, aunque también hay piezas como la emblemática imagen que Irving Penn hizo de Marilyn Monroe o un emotivo retrato de Pati Smith captado por Steve Klein.

“No hay solo fotografías de moda, porque me atraen la naturaleza, las flores, el desnudo… en definitiva la plasticidad”, afirma por su parte Carla Sozzani y su colección es testigo de cómo logra difuminarse la línea entre esas disciplinas.

La empresaria italiana ha reconocido en diversas ocasiones la influencia que los fotógrafos han tenido en la industria de la moda. “Peter Lindbergh cambió la forma en que las mujeres vestían: en él todo es muy natural, hizo entender que no era tan necesario el maquillaje o llevar tacones para ser hermosa”, revela. 

amt

LAS MÁS VISTAS