El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, Marco, le debía una exposición al artista multidisciplinario Mario García Torres para que pudiera mostrar su obra. Es una deuda que tenía Monterrey con este creador”, reconoció Taiyana Pimentel, curadora y directora del recinto.
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“La postura internacional de Mario García Torres frente a la creación artística ha sido trascendental en su construcción discursiva y visual. Muchas de sus obras rozan Monterrey porque esta ciudad, que era muy internacional, le dio una cultura entre los años 80 y 90 a los creadores de esa generación en la que nace la obra de Mario, y con la que se posicionó en las ferias de arte y en las bienales internacionales”.
De acuerdo con la especialista en historia del arte, “ahí está la deuda de este museo con un artista que pasó por esta ciudad, que aquí se formó y creció intelectualmente, dando sus primeros pasos artísticos en Monterrey, pero el Marco no le había montado una exposición”.
En una conferencia de prensa presencial y que también se transmitió de manera virtual por la página del recinto, Pimentel explicó que en el museo se dieron a la tarea de hacer un análisis de las distintas estrategias que García Torres ha utilizado en los últimos 20 años para conformar la propuesta artística integrada en la muestra titulada La poética del regreso.
“Es para nosotros trascendental este diálogo que estamos intentando retomar entre el trabajo que Monterrey, el Norte y sus problemáticas influyó en la obra de Mario García Torres”, afirmó la directora del Marco.
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Si el semáforo epidemiológico lo permite, la exposición, con más de 30 obras, entre pintura, video, instalación, sonido y performance, se inaugurará el próximo 28 de enero. “El museo está completamente cerrado desde la semana pasada y seguiremos así las próximas dos en espera de que el gobierno del estado nos indique si podemos abrir”, afirmó la curadora.
REGIOMONTANO DE CORAZÓN
Mario García Torres (Monclova, Coahuila, 1975), confesó que se sentía regiomontano desde antes de conocer Monterrey, porque a los artistas de la región los unían las ganas de trabajar, de pelear en contra de la adversidad que tiene que ver con la historia del norte de México. Eso es algo que se transpira en su trabajo.
“Cuando estaba en la carrera, los estudiantes teníamos una relación de amor-odio con el Museo Marco: por un lado, nos hacía ver obras de arte que no hubiéramos tenido chance de apreciar de otra manera y, al mismo tiempo, era la institución que imponía las cosas. En términos de discurso nos sentíamos muy lejanos. Fue precisamente ese antagonismo el que me hizo ponerme a investigar para poder justificar el trabajo”.
Por supuesto, García Torres, habló de la influencia en su obra de uno de los lugares más emblemáticos de Monterrey, que era muy visitado por los jóvenes regiomontanos durante la década de los 90: la discoteca Kokoloko, un sitio que para todas las disciplinas artísticas sirvió de inspiración y de intercambio de ideas, por lo que Mario le dedica una obra en su exposición.
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“No solo artistas, escritores, arquitectos y diseñadores de moda nos congregábamos ahí, también teníamos acceso a una visión distinta y enriquecida a través de la música y de los videos: era una forma de acceso creativo a la cultura con la posibilidad de llevar nuestro trabajo a otros lugares”, recordó.
Para García Torres, quien ha participado en la 52 Bienal de Venecia en 2007, la 8 Bienal de Arte de Panamá en 2008 y en la Yokohama Triennale de Yokohama, Japón, en 2008, su exposición en Marco representa una historia de esfuerzos por la cultura de Monterrey, que de alguna forma se materializa en las piezas que presenta.
Al respecto, el artista concluye: “Me gusta decir que las obras no las hago en mi escritorio; estas nacen porque existen intereses y un número de congruencias contribuyendo para que las obras existan, pero para ello es fundamental el interlocutor”.
Mario García Torres presentará seis nuevas obras que hizo especialmente para esta exhibición en Marco, con las que aspira a indagar la historia de Monterrey en los 90. Además, presentará la pintura Cerro de la Silla, 1998, y el video Open Letter to Dr. Atl, 2005, realizado en Guadalajara. La exposición La poética del regreso reúne también una selección de obras que han sido expuestas en recintos internacionales, pero será la primera vez que se muestren en Monterrey.
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El museo imprimirá un catálogo de la exhibición, que tendrá textos de Ángel Sánchez Borges, Alexander Alberro y la propia Pimentel, además del libro infantil Xoco.
LAS CLAVES
APOYOS
La exposición La poética del regreso ha sido posible gracias al apoyo del Efiartes y de Femsa.
INSPIRACIÓN
“La inspiración es algo que hay que provocar, buscar el lugar y el momento”, dice el artista.
OTRAS NARRATIVAS
En su obra propone narrativas diferentes a través de fotografías, diapositivas, películas, sonido, texto y videoinstalaciones.