Mifune, a cien años de gloria en el cine japonés

Además de filmar 16 cintas con Akira Kurosawa, en México estelarizó ‘Ánimas Trujano’, filme de Ismael Rodríguez nominado a un premio Oscar como mejor película extranjera.

El actor en ‘Rashomon’, cinta premiada en el Festival de Venecia en 1951. (Especial)
En 1961, el actor estelarizó ‘Ánimas Trujano’, de Ismael Rodríguez. (Especial)
Ciudad de México /

Aunque a principios de los años 50 el cine japonés era poco conocido fuera de sus confines, un actor sobrepasó las fronteras y se convirtió en ídolo al nivel de las estrellas de Hollywood: Toshiro Mifune (Qingdao, China, 1 de abril de 1920-Tokio Japón, 24 de diciembre de 1997). 

Con 152 películas, Mifune es el actor japonés que mayor reconocimiento ha alcanzado en el mundo. Entre sus reconocimientos destacan dos premios al mejor actor en el Festival de Cine de Venecia por Yojimbo, en 1961, y por Barbarroja, en 1965.

Por influjo de su padre, desde adolescente Mifune mostró interés por la fotografía, actividad que le sirvió durante la Segunda Guerra, ya que fue destinado a labores de reconocimiento aéreo. Al terminar el conflicto entró en contacto con el cine como asistente de cámara. 

Sin que él lo supiera, un amigo mandó una fotografía suya a un casting de actores y resultó seleccionado. Debutó en 1947 con un pequeño papel en una comedia y al año siguiente conoció al director Akira Kurosawa, con quien realizaría 16 películas magistrales. 

EL EMPERADOR Y EL LOBO 

Mifune empezó a ganar notoriedad en 1948 por su papel de gánster en El ángel ebrio, de Kurosawa. Con personajes de carácter duro y despiadado, aunque no carentes de humor, conquistó al público en cintas como Rashomon (1950) y Los siete samuráis (1954). Ambas dirigidas por Kurosawa se volverían clásicas del cine mundial.

Primer director japonés en adquirir notoriedad en Occidente, Kurosawa encontró en el actor una materia prima de primera calidad para crear obras maestras. Pero no todo era miel sobre hojuelas, por ser ambos de carácter fuerte. 

El crítico James Quandt refiere que “su colaboración se fundaba en una negociación volátil entre el director autocrático —aristocrático en su porte, imperioso y autoritario— y su actor principal mercurial, que mostraba humildad, necesidad ingeniosa y, tal vez, lo contrario, una cierta vehemencia”. 

De acuerdo con John Farr, estaban hechos el uno para el otro: “Raramente, si no es que nunca, una colaboración entre un artista y su inspiración dieron como resultado un tesoro cinematográfico tan rico”.

Este rico tesoro incluye también adaptaciones de Kurosawa a obras literarias occidentales, como El idiota de Dostoievski, que se convertiría en Hakuchi (1951); Macbeth de Shakespeare, transformada en Trono de sangre (1957), y la obra de teatro de Máximo Gorki Los bajos fondos, rebautizada como Donzoko (1957). Su última colaboración sería en Barbarroja (1965). 

AVENTURA MEXICANA 

Gracias a su éxito con las cintas de Kurosawa adquirió estatus internacional, lo que lo llevó a filmar cintas como Infierno en el Pacífico (1969), ¡Tora! ¡Tora! ¡Tora! (1969), El sol rojo (1971) y La batalla de Midway (1976). 

Nuestra cinematografía tiene el privilegio de haber contado con la colaboración de Mifune y descrita en El País como “la película mexicana interpretada por un japonés que fue nominada a un Oscar”. 

En 1961, el actor estelarizó Ánimas Trujano, de Ismael Rodríguez, donde hace el papel de un oaxaqueño irresponsable que busca convertirse en mayordomo de su pueblo. En 1962 la cinta fue nominada al Oscar y a los Globos de Oro como mejor película extranjera.

Por qué un actor japonés, le preguntaron al director, a lo que Ismael Rodríguez respondió: “Porque necesitamos abrir mercados para impulsar la raquítica industria cinematográfica mexicana y Toshiro nos brinda esa posibilidad”.

Y ADEMÁS

ÁNIMAS TRUJANO

El crítico de cine Rafael Aviña escribe que “en uno de esos extraños casos de la historia fílmica”, en Ánimas Trujano Mifune fue uno los mejores actores del cine nacional. Interpretó magistralmente a un terco, borracho y pendenciero indígena zapoteco”.

  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras

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