El pensamiento de Zygmunt Bauman sobre la modernidad líquida es un enfoque sociológico complejo sobre los comportamientos sociales contemporáneos. Es difícil estar en desacuerdo con él, pero ciertamente el uso del método científico dentro de los análisis de los entornos urbanos puede reducir significativamente la incertidumbre respecto a los procesos de planificación urbana.
Para aplicar exitosamente el método científico al estudio de un barrio o ciudad es indispensable la elaboración de hipótesis, protocolos y parámetros de medición, para estudiar fenómenos como movilidad, demanda de vivienda y otros fenómenos urbanos. De este modo, es posible evaluar a priori los efectos de una actuación urbanística como la ampliación de una vía vehicular, la peatonalización de un área determinada o la redensificación de una zona en particular, para ayudar a la administración a tomar las decisiones más adecuadas para el bienestar de la ciudadanía.
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El arquitecto Ángel Mercado, profesor e investigador de la UNAM y UAM-X, quien falleció recientemente, realizó estudios científicos que incorporaron variables complejas al estudio de las tecnologías aplicadas a la vivienda popular y en general a desarrollo inmobiliario. El uso de técnicas de estudio de las ciencias sociales como la economía, le permitió investigar a fondo temas como el desarrollo económico, urbano y patrimonial del Centro Histórico de la Ciudad de México. En una entrevista con el arquitecto Jorge Olivares, publicada en 1998 en la revista Enlace, ambos hablaban de la aplicación de las ciencias sociales al estudio urbano en comparación con otra manera “más libre (...) menos atada a las ideologías”, que se ha utilizado más en México y “podría llamársele política idealista-utópica”.
TANGENTE
CONFLICTO ENTRE PUEBLO Y CIUDAD
Zygmunt Bauman escribió en Vida líquida: “Tanto el pueblo como la ciudad son escenarios de operaciones de fuerzas que están mucho más allá del alcance del uno y de la otra y de los procesos que estas fuerzas ponen en marcha y que nadie –ni los habitantes de las zonas rurales y urbanas afectadas, ni tampoco los propios iniciadores– pueden comprender y aún menos controlar”.