Hace tres décadas el pintor, dibujante, escultor y escritor José Luis Cuevas, L'enfant terrible, se mostraba feliz rodeado de invitados especiales, pero principalmente de su familia, su esposa Bertha Riestra y sus hijas Mariana, Ximena y María José. Era el 8 de julio de 1992 y se inauguraba su museo.
Los asistentes estaban sorprendidos con el espacio y con el acervo donado por el artista al pueblo de México, pero lo que más los impactó fue ver en el centro del patio a La Giganta, la obra que para Cuevas (1931-2017) era una de las grandes piezas escultóricas del siglo XX, su primera gran escultura y en cuya rodilla derecha plasmó su rostro para la eternidad.
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Hoy su hija, Ximena Cuevas relata a MILENIO el momento de la inauguración del museo y los años del esplendor que tuvo el espacio, dirigido en un principio por su mamá, la señora Bertha Riestra.
El evento del año
La inauguración del Museo José Luis Cuevas fue el evento cultural del año, había filas para entrar. El maestro Fernando Benítez, Rafael Tovar y de Teresa, el regente Manuel Camacho Solís, entre otras personas, acudieron al acto encabezado por el presidente Carlos Salinas de Gortari, quien al salir del nuevo museo expresó que era un gran recinto y representaba un reconocimiento para José Luis Cuevas.
José Luis Cuevas, el presidente Carlos Salinas de Gortari, Manuel Camacho y las hijas del artista. (Cortesía Ximena Cuevas)
Ximena Cuevas comparte con MILENIO algunas fotografías de la apertura y recuerda: “Fue un proyecto de décadas de mi mamá, tengo escritos de los años 80. Ella lo proyectó como un punto de partida para el rescate del Centro Histórico, para que fuera el único museo con la vocación de mirar al sur, un museo latinoamericano”.
Por esa razón el museo tiene una sala especial dedicada a sus fundadores, y en la entrada exhibe los bustos de la señora Bertha Cuevas y del maestro José Luis Cuevas.
Ximena Cuevas recuerda que el día de la inauguración, entraron por el Zócalo que estaba hermosamente iluminado, había globos gigantescos con el logo creado por Vicente Rojo y la leyenda Museo José Luis Cuevas.
“Los tumultos tapaban la calle de Moneda. José Luis Cuevas fue el artista más popular del siglo XX. Era una estrella de rock. Entramos por atrás, por la calle de Donceles, donde tuvo su primer estudio mi papá en los años 50. Yo explotaba de orgullo. Las multitudes gritaban, le gritaban '¡Cuevas! ¡Cuevas!' y él se detenía a firmar autógrafos, era gente del pueblo, era la gente real que le pedía besos y abrazos o simplemente estrechar su mano”.
La gente llenó el Museo José Luis Cuevas. (Cortesía Ximena Cuevas)
Cuevas —quien en 1970 se lanzó como candidato independiente a diputado con carteles de campaña realizados por el diseñador, editor y artista Vicente Rojo— explicaba que nunca adquirió obras con la intención de especular con ellas “ni para que permanecieran enclaustradas en mi casa para ser vistas sólo por aquellos que tuvieran acceso a mi privacidad”, decía el artista cada vez que hablaba del museo.
También comentaba: “El propósito fue el mismo que ahora me lleva a entregar a la Ciudad de México lo que con esfuerzo reuní: crear un museo para disfrute de todos. Las colecciones de los artistas plásticos acaban siendo púbicas. Al casarme con Bertha, ella supo que lo que iba acumulándose sería en algún día patrimonio nacional. Ni en momentos de penuria se nos ocurrió vender nuestras posesiones artísticas”.
El Museo José Luis Cuevas, que desde su apertura ha organizado más de 350 exposiciones, se localiza en la calle de Academia 13, en el Centro Histórico.
Ximena Cuevas vestida con sombrero y su papá. (Cortesía Ximena Cuevas)
Cronología
1983El Consejo del Centro Histórico presentó tres opciones para la creación del Museo José Luis Cuevas y el lugar elegido fue el Claustro del Convento de Santa Inés.
1989Se iniciaron los trabajos de adaptación y en 1990 se concretó la segunda etapa de restauración y museología
hc