Después de 11 años de participar, Gabriel Benítez López obtuvo el primer lugar en la edición 17 del Concurso de Papalotes organizado por el Museo de Arte Popular. En su mirada se asombran algunas lágrimas, sabe que la constancia, no claudicar y luchar por lo que se quiere tiene su recompensa.
A unos metros del papalote por el que fue galardonado con un diploma y un reconocimiento económico, el artesano del Estado de México está feliz porque después de más de una década de participar por fin ganó el primer lugar con su obra Parvada, vuela libre.
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En entrevista exclusiva con MILENIO, cuenta que su interés nació porque su familia se dedica a vender piñatas todo el año.
“Participamos en el concurso de piñatas y no ganamos, pero cuando lanzaron la convocatoria para el premio de papalote, en 2013, participé por primera vez, y en esa ocasión gané una mención honorífica, entonces me dije ‘de aquí soy, ya que con las piñatas no pegó’”.
Durante todos estos años, confiesa que ponía mucha atención en los aspectos que calificaba el jurado, fue así como obtuvo varias menciones en distintas ediciones.
“Nunca me rendí, aunque no ganaba decidí seguir participando porque desde muy chico me ha gustado hacer manualidades, primero piñatas y ahora papalotes. Aunque me tardé más de 10 años, alcancé mi objetivo: ganar el primer lugar en este concurso”.
Con su obra capturó no solo la atención del jurado sino también la imaginación y admiración de todos que la ven, pues representa “la libertad, a través de una parvada de aves, guacamayas, pericos, y tucanes, como una familia y como un símbolo de la armonía entre los seres vivos y la naturaleza”.
Libertad, belleza y conciencia
Benítez López, acompañado de su mamá, la señora María de los Ángeles López, se mostró complacido de tener en sus manos el diploma porque se siente orgulloso de ser artesano, de realizar esculturas de arcilla y con otros materiales moldeables.
“He trabajado también muchísimas figuras especiales, en particular para un restaurante que tiene una temática especial relacionada con la magia, les he realizado entre 100 y 200 piezas por semana. A lo mejor no es una artesanía clásica mexicana, pero para mí es arte porque cada una de ellas la moldeo con mis manos, por lo que ninguna obra es igual a otra. He realizado un promedio de 10 mil objetos en un periodo de cinco años”.
La inspiración detrás de esta creación del papalote, reiteró, se remonta a las raíces culturales mexicanas y a la riqueza de la tradición popular. Fue así como diseñó una estructura de madera y de papel de china, representando a varias aves volando juntas, simbolizando la armonía entre los seres vivos y la naturaleza.
Los colores vibrantes y la elegancia de sus formas lograron impresionar tanto a los expertos en arte como a los visitantes del MAP.
Benítez López, originario de Ecatepec, en este certamen 2024 fue reconocido por su contribución al campo creativo, ligado a la preservación y promoción de la cultura popular mexicana.
Este triunfo demostró no únicamente la habilidad de Benítez López, sino también la relevancia y continuidad de la tradición de fabricar papalotes en México.
A través de Parvada, vuela libre, el artista invita a la gente a disfrutar de la belleza y la diversidad de los orígenes culturales de México, mientras aprende acerca de la importancia de proteger nuestro patrimonio artístico e histórico.
Explicó que el papalote es un objeto volador que consiste en una superficie de papel, como un material liviano, montada sobre una armazón sólida de caña y otros materiales naturales, como palma o carrizo.
El papalote, cuyo nombre viene del náhuatl papalotl, que significa mariposa, es un juguete que se sigue usando principalmente en México y otros países de América Latina, aunque sus orígenes provienen de China.
En la actualidad, los papalotes pueden variar en tamaño y forma, y se encuentran disponibles en muchos lugares, aunque con menos frecuencia debido a la reducida demanda de este juguete tradicional.
A sus 38 años, este reconocimiento se lo dedica a Emmanuel, su primo ya fallecido: “Me emociona mucho haber obtenido este diploma, más que el cheque, para mí significa mucho porque es un reconocimiento a mi trabajo de años y a todo lo que me he dedicado a hacer.
“Sería maravilloso que los niños dejaran a un lado las tabletas y los celulares, que se esforzaran por diseñar un papalote para disfrutar al verlo volar. Yo lo vi con mi sobrina, a quien le dejaron de tarea en la secundaria hacer un papalote. Fui testigo de cómo sus compañeros se involucraron, viviendo la mejor de las experiencias cuando en la escuela lo echaron a volar”.
En el MAP se exhibirá la obra ganadora, además de otros 26 papalotes monumentales, hasta el 28 de abril, en Revillagigedo, esquina Independencia, en el Centro Histórico.
Recomendaciones para volar un papalote
Se debe buscar un área abierta, alejada de postes y líneas eléctricas.
Colocar el papalote de manera horizontal, teniendo cuidado de que esté bien atado a la cola.
Ayudarse del viento y, una vez que el papalote esté en el aire, mantener el equilibrio con un hilo de calidad.
PCL