La ofensiva armada que tuvo lugar en Tampico

El asalto final al puerto jaibo fue posible después de la toma de Monterrey por el ejército constitucionalista.

La Victoria de Tampico. Acción militar en Pueblo Viejo.
Cristina Gómez
Tampico /

De acuerdo con una investigación de Alfonso Guillén Vicente, la noche del 24 de marzo de 1914 Gonzalo Santos, habiendo acampado en la entonces “Doña Cecilia” y la Barra de Tampico, escuchó, por vez primera en su vida, los rugidos del mar y los primeros cañonazos de la artillería pesada de los barcos de guerra, anclados en el puerto, y que los federales estuvieron disparando toda la noche al sentir que se aproximaban a sus líneas.


“El general Caballero, a cargo de las tropas constitucionalistas, dispuso que Nafarrate, con el grueso de la columna, comenzara el ataque sobre Tampico, por donde ahora se encuentran ubicadas las colonias Las Flores, América y El Águila de Tampico”.


Los potosinos al mando de Samuel Santos y Alfredo M. Terrazas avanzaron sobre Árbol Grande, sede de importantes instalaciones petroleras y colonia fundadora de Ciudad Madero.

El asalto final al puerto jaibo fue posible después de la toma de Monterrey por el ejército constitucionalista, cuando pudo disponer el general González de suficientes tropas para proseguir las operaciones contra Tampico, último reducto del huertismo en el noreste de la República.

El día primero de mayo de 1914 movió el general González el grueso de sus fuerzas hacia Tampico, transportándolas por ferrocarril hasta Doña Cecilia, cuartel general de los revolucionarios que asediaban el puerto.

Además de las brigadas de los generales Luis Caballero y Jesús Agustín Castro, que mantuvieron sitiado Tampico por más de mes y medio, participaron en la ofensiva definitiva contra los huertistas que defendían el puerto, “las brigadas de los generales Cesáreo Castro y Teodoro Elizondo, y las columnas de los coroneles Gonzalo Novoa, Francisco Cosío Robelo y Pablo A. de la Garza”.


Mientras, “varios contingentes de las fuerzas del general Alberto Carrera Torres y las del general Manuel C. Lárraga se situaron en El Ebano para cortar la línea del ferrocarril entre Tampico y San Luis Potosí, con el objeto de impedir la retirada de los federales al perder la plaza, por esa vía”.

Poco tiempo después, Victoriano Huerta es completamente derrotado y la Revolución Mexicana entra en la etapa de la lucha de facciones, con Carranza y Villa como los principales protagonistas. La celebración de la Soberana Convención Revolucionaria de Aguascalientes y el predominio inicial del Centauro del Norte obligaron a Venustiano Carranza a refugiarse en el puerto jarocho a finales de noviembre de 1914, luego que los norteamericanos abandonaron la zona.


Batalla en el mar

Aunque se conoce poco, la Revolución Mexicana también se libró en el mar. El Instituto Nacional de Antropología e Historia señala que las más icónicas contiendas navales de aquella época ocurrieron entre marzo y junio de 1914, en Topolobampo Sinaloa, donde se ha localizado una pieza clave del que fue uno de los primeros enfrentamientos aeronavales en la historia de occidente: el pecio del Cañonero “Tampico”.

Así lucía el cañonero Tampico durante la época de la Revolución Mexicana (Cortesía).

Tanto el “Tampico” como su verdugo en combate, el Cañonero Transporte “Guerrero” fueron construidos dentro de un proyecto de Bernardo Reyes, ministro de Guerra y Marina de Porfirio Díaz, quien a inicios del siglo XX modernizó la flota naval de México.

El historiador Raúl Tapia detalla que en 1913, cuando Victoriano Huerta ascendió al poder tras deponer al presidente Francisco I. Madero, gran parte de las fuerzas federales permanecieron fieles a él por ordenanza, lo que incluyó a la flota de cañoneros y cañoneros transportes, estos últimos de mayor capacidad bélica.



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