“En el teatro mexicano hay efervescencia y debate”: Aurora Cano

Desde 1961, cada 27 de marzo se celebra el Día Mundial del Teatro. Sobre este tema, para Aurora Cano, directora de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), “la maravilla está en su pluralidad y su diversidad”.

Hablar de teatro es adentrarse desde su historia, su dramaturgo, sus actores, escenógrafos, un equipo que respalde cada escena según se requiera. En ese sentido, ¿qué pasa en la actualidad con el teatro mexicano? “Está en un tiempo de efervescencia y de debate, en tanto a los fondos y formas, y me parece que eso es lo que tiene de excitante de dedicarse a él”, dice en entrevista la directora de la CNT.

Sobre la identidad del teatro en México, reflexiona a través de varias vertientes, comenzando por su escritura y describiéndolo como un “teatro imaginativo, rabiosamente imaginativo, que se escapa, que rompe con el realismo en la escritura, que eso es muy particular del teatro mexicano pero que también tiene una arista de ser muy político y social. Son dos polos en los que yo creo que se mueve la escritura del teatro mexicano, entre lo político y lo social, por un lado, pero por otro, en una especie de surrealismo dramatúrgico. Creo que sí lo hace diferente al teatro que se escribe en otrosL ugares”.

Ejemplo de ello es Fruto en la sequía, de la dramaturga Itzel Lara, obra que forma parte de Teatro de Arte Mexicano, en la que se buscó a dramaturgas y dramaturgos que tuvieran interés de desarrollar historias en torno a mitos y leyendas mexicanas, pero con una perspectiva contemporánea. Su texto se adentra en el cuestionamiento de ejercer o no la maternidad, pero vinculado al mito de la Coatlicue.

En cuanto a lo visual, “hay que decir que México es muy fuerte: los diseñadores mexicanos suelen ganar premios en los grandes concursos internacionales porque somos un país, digamos, bastante líder en términos de diseño escénico. En términos de identidad, ahí sí hay mucha diversidad y esta es una gran discusión porque lo mexicano tiene muchísimas formas. La identidad es que siempre está en movimiento y que está lo más amplio y abierto posible”.

Lo clásico y contemporáneo

Hace poco menos de un año Aurora Cano tomó la dirección de la Compañía Nacional de Teatro. Por ello, a la también actriz se le cuestiona si el público actualmente prefiere el teatro clásico o el contemporáneo: “La gente quiere ver historias que reflejen las problemáticas filosóficas, políticas, sociales o familiares que se viven en la vida porque, finalmente, el teatro es un reflejo de la experiencia humana.

“Nosotros somos un espejo y eso es lo que ha buscado hacer el teatro desde sus inicios. Yo creo que siempre que los montajes jueguen con ese reflejo, realmente el público es bastante abierto a todo tipo de contenidos”.

A pesar de paso del tiempo, agrega que “el teatro clásico es fundamental: escribir un texto que conecte con los espectadores durante 2 mil 400 años, como puede ser Sofócles o Eurípides; o durante 400 años, como puede ser el teatro isabelino, se dice fácil pero no es fácil escribir historias que tengan esa posibilidad de reflejar la realidad y conectar con la sociedad durante siglos y siglos”.

Sobre las características entre lo clásico y lo contemporáneo, dice que el primero tiene “la maravilla de una estética y una estructura del lenguaje muy poderosa”. Sobre el segundo, además de representar el aquí y en el ahora, muestra “situaciones, problemáticas que son cercanas a nivel local, lo inmediato. La Compañía Nacional de Teatro de México tiene esa doble virtud”.

DAG