Jóvenes unidos por la música y el deseo de libertad... Avándaro, a 50 años del festival

“Ni el mismo gobierno esperaba lo que pasó: no hubo violaciones ni broncas, todo fue paz y amor”, afirma Ricardo Ochoa, protagonista del festival y uno de los organizadores del homenaje que se llevará a cabo en el Faro Cosmos

Festival de Avándaro fue celebrado en Valle de Bravo | Especial
México /

Un volante promocional del Festival de Avándaro, celebrado en Valle de Bravo los días 11 y 12 de septiembre de 1971, prometía el paraíso: “Yo conozco un lugar arriba en las montañas donde llueve, brilla el sol y hay música, bellísima música... Por una noche y un día viviremos en contacto... buscando un porvenir más efectivo, que nos llevará a la comunicación como hermanos en la tierra”.

Hace medio siglo todo parecía posible. Pese a la falta de experiencia de los organizadores, que pensaban convocar a alrededor de 15 mil personas en el llamado Festival Rock y Ruedas de Avándaro —cuyo mayor atractivo era una carrera de autos—, vieron superadas sus expectativas cuando llegaron alrededor de 300 mil jóvenes atraídos por la música (no hay número oficial de los asistentes).

Sin embargo, al concluir el festival, la reacción de la prensa fue beligerante, como lo demuestra el titular del pasquín amarillista Alarma: “¡El infierno en Avándaro!”, para luego calificar el encuentro de “asquerosa orgía hippie”, en la que hubo “encueramiento, mariguaniza, degenere sexual, mugre, pelos, sangre, muerte”.


Los grandes periódicos no se quedaron atrás con titulares como: “En Avándaro, una juerga increíble”, “Avándaro, amor y pasón”, “¿Hacia dónde va la juventud?” o “En nombre del rock, un festival del vicio”, lo que contrastó con la declaración de monseñor Rafael Vázquez Corona: “Prohibir festivales como el de Avándaro sería un acto represivo”.

Vázquez Corona presagiaba un periodo en el que el rock fue considerado una amenaza para la estabilidad política. De acuerdo con Ricardo Ochoa, líder de Peace & Love, uno de los grupos participantes, “el festival fue aplastado y denigrado por los medios. A partir de entonces el rock se prohibió en México”.


Nace el rock mexicano

A fines de los 60 y principios de los 70, el rock vivió una etapa de esplendor cuando los grupos empezaron a alejarse de los covers de la música anglosajona. Aunque algunas bandas componían sus letras en inglés, otras ya lo hacían en español y se movían en una profusión de estilos englobados bajo el nombre de La Onda Chicana.

El Festival de Avándaro contó con la participación de los grupos más destacados de entonces: Los Dug Dug’s, El Epílogo, La División del Norte, Tequila, Peace & Love, El Ritual, Los Yaki, Bandido, Tinta Blanca, El Amor y Three Souls in My Mind (ahora El Tri).


Ricardo Ochoa, uno de los organizadores del homenaje al festival que se llevará a cabo hoy y mañana en el Faro Cosmos, recuerda con emotividad haber estado “en el escenario ante miles de personas, conviviendo con fraternidad y en armonía. Sin embargo, al hablar del festival también se me viene a la mente el hecho de que no se ha reconocido el impacto social que tuvo Avándaro”.

Si algo convocó a tantos jóvenes, refiere, “fue la música y el deseo de libertad. El festival no fue solo la encuerada de Avándaro, de la que siempre se habla para denigrar. Yo viví esa armonía. Fue nuestra fiesta de libertad después de un 68, después del Halconazo. Ni el mismo gobierno esperaba lo que pasó: entraron algunos soldados, pero nunca ocurrió ningún desmán. No hubo violaciones ni broncas, todo fue paz y amor. Fue una reunión de gente joven de varias clases sociales compartiendo lo que se podía compartir”.


De acuerdo con Ochoa, “simbólicamente, en Avándaro nace el rock mexicano. El rock and roll pierde el apellido y se queda en puro rock. El movimiento de rock actual viene de los grupos de alta calidad que allí participaron, pero luego nos aplastaron durante una década porque nos prohibieron, pero sobrevivimos y somos gente productiva”.

Un grito de euforia

Federico Rubli, periodista y economista apasionado del rock que asistió a Avándaro como reportero de la revista México Canta, comenta que en el festival todo fue improvisado y hubo muchas deficiencias. “Pero la verdad es que a todos los que estábamos ahí no nos importó, porque estábamos reunidos para escuchar lo mejor de los grupos de rock que en ese momento se estaban desarrollando en México”.


El coautor del libro Yo estuve en Avándaro (Trilce Ediciones, 2016) dice que la primera imagen que se le viene a la mente cuando le preguntan sobre Avándaro es “la del momento en el que a las ocho de la noche del sábado, Armando Nava con los Dug Dug’s inicia el festival y surge el grito de euforia de 300 mil jóvenes y poder decir: estamos aquí en Avándaro compartiendo lo que más nos gusta, que es el rock. Fue una experiencia realmente increíble”.

A su juicio, al terminar el festival “el gobierno vio esa oportunidad para armar esa campaña mediática de desprestigio, que solo podría haber sido orquestada desde las más altas esferas de poder, entiéndase la Secretaría de Gobernación. Su titular, Mario Moya Palencia, vio una ventana abierta para prohibir las reuniones masivas de jóvenes que pudieran ser un riesgo abierto a una subversión en contra del régimen”.


Otro tipo de fiesta

En 1971, Editorial Diógenes publicó el libro Avándaro, con textos de Luis Carrión y fotografías de Graciela Iturbide, edición agotada que se ha convertido en objeto de colección que incluso se cotiza en casas de subasta. Por fortuna, algunas de estas imágenes, más otras inéditas, fueron publicadas en Yo estuve en Avándaro.

Como estudiante de cine, Iturbide asistió con su cámara y pudo constatar que “no fue una orgía, ni un escándalo, como dijeron. Eran chavos fumando mota, claro, pero nada de orgías, ni nada de eso. Para mí fue un instante muy interesante en el que yo, con mi cámara, pude captar otro momento de la vida de México que también me interesaba”.


La fotógrafa advirtió que existía otra realidad en México. “En esa época yo trabajaba más bien en el campo, cubriendo las fiestas indígenas, y este festival era otro tipo de fiesta, lo cual también me interesó. Ahora me doy cuenta de que fue un parteaguas en la sociedad mexicana”.

En busca de la originalidad

El investigador Arturo Lara era adolescente cuando recibió un regalo de cumpleaños que hasta la fecha atesora: una invitación de sus primos mayores al Festival de Avándaro. Sobre ese día recuerda, sobre todo, “esa convivencia, esa manifestación de libertad pudimos tenerla aunque fuera por un día. Eso fue fabuloso”.

El autor de Enciclopedia del rock mexicano, en edición audiovisual, y del documental sobre Avándaro Bajo el sol y frente a Dios, se refiere al festival como “un parteaguas de la historia, porque los grupos sí se esforzaron para componer canciones originales en busca de una identidad propia, el problema es que luego se vino la represión”.


Por ello, para Lara “es importante que la gente sepa que en 1971 casi 300 mil seguidores del rock gritaban allí frente a las montañas: ¡queremos el poder, queremos el poder! Eso obviamente puso a temblar a todo México y más al gobierno. Ahí nació la siguiente persecución del rock”.

Bajo el sol y frente a Dios es un homenaje a quienes participaron en el festival, pues entrevistó a 48 de los 64 músicos que tocaron. “Avándaro fue un festival musical, de ahí no nos podemos salir. La gente habla muchas tonterías al respecto, no le busquen tres pies al gato: fue un festival de música en el que los grupos fueron a proponer su arte, sus canciones originales. De eso es de lo que debemos hablar”. _

y además...

Los lugares

El Foro Indie Rocks! celebra hoy y mañana Avándaro 50 años: 1971-2021 con bandas que estuvieron en el festival, como El Amor, El Epílogo y Tequila, así como otras de la época, como Soul Masters y Ciruela, entre muchos invitados más. También se presentará el libro Yo estuve en Avándaro y el documental Bajo el sol y frente a Dios, además, de una exposición de pintura inspirada en el festival y un bazar de vinilos (www.indierocks.mx).

Faro Cosmos. El Festival Avándaro 50 aniversario se llevará a cabo también hoy y mañana, de manera presencial y virtual. Participarán Peace & Love, El Ritual, Dug Dug’s y La División del Norte, así como bandas de otras generaciones, como Los de Abajo, Riesgo de Contagio, Jessy Bulbo y muchos otros (www.festivalavandaro.com).

​bgpa

  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras

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