El transporte público ha cambiado con el tiempo en México y el mundo; la movilidad ha sido modificada para responder a las necesidades de los la población, pero siempre adecuada a las zona por donde transita.
Desde tiempos prehispánicos cuando gran parte de la zona del Valle de México era un lago, la gente se transportaba en canoas. Pero lo que pocos saben es que en el siglo XIX el medio más popular era en los barcos de vapor.
“Era muy importante y muy atractivo porque en este transporte flotado, en una pequeña embarcación, se podía cargar mucho peso y también era económico; por eso tuvo tanto éxito”, aseguró Jaime Noyola, cronista municipal de Chalco.
El primer viaje de CdMx a Edomex
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el primer viaje desde Ciudad de México en barco de vapor fue a Chalco, en el siglo XIX.
El primero en implementar este medio fue un coronel llamado Mariano Tagle, quien consiguió un permiso para traer el barco y apoyar la movilidad.
La embarcación de nombre “La Esperanza” tenía capacidad de transportar solo a 20 pasajeros, quienes subían en el embarcadero de la Garita en La Viga y de ahí comenzaba su trayecto por el Canal de Chalco, hasta llegar a su terminal en el municipio con el mismo nombre.
De acuerdo con la historia, el recorrido de este servicio de transporte acuático era de aproximadamente cinco horas y debido a la demanda comenzaron a llegar diversas empresas con más embarcaciones.
“Cuándo empezó a tener auge la tecnología del vapor hubo varias empresas, no solamente fue una, que se establecieron para hacer el viaje de Ciudad de México hasta lo que hoy es el centro de nuestro municipio”, agregó el cronista.
Un pedacito de historia
Con la extensión de este medio de transporte, los pasajeros ya podían llegar en las embarcaciones hasta lo que hoy conocemos como La Villa, Tacubaya, San Ángel y Tlalpan hacia las poblaciones de Santa Anita, Iztacalco y Xochimilco. Actualmente en Chalco conservan el diario oficial donde se anunciaba el barco a vapor.
Con el tiempo estos barcos dejaron de ser pequeños y tenían la capacidad de aproximadamente 200 pasajeros y hasta un salón para 60 personas.
Traslados al centro del país
Tal y como es ahora, cuando cientos de mexiquenses viajan a diario a Ciudad de México, en el siglo XIX ocurría lo mismo; las personas que vivían en asentamientos rurales viajaban a la capital del país por temas principalmente relacionados con el comercio.
“Había un gran comercio entre esta región y Ciudad de México, se vendía el pulque, las cosechas de maíz y todo lo que venía de tierra caliente como el azúcar de Morelos, la leña, el carbón y la madera, todo lo que se transportaba hacia la ciudad”, agregó.
Pese a que este transporte fue uno de los más populares en la región, pronto dejó de ser viable para los habitantes, ya que era lento y las personas comenzaron a utilizar otros medios.
Para 1900 las autoridades decidieron desaparecer totalmente el cauce del canal, para darle apertura al paso del ferrocarril en el que miles de personas podían transportarse ahora de manera más rápida.
KVS