Tetela de Ocampo y Xochiapulco son dos municipios enclavados en el corazón de la Sierra Norte de Puebla. Ambos tienen un clima húmedo y tierra fértil para las cosechas por los ríos que descienden de los cerros, que día con día reciben el rocío de la neblina.
La historia dicta que fueron parte de la gesta heroica que el Ejército de Oriente logró el 5 de mayo de 1862 tras vencer al Ejército Francés en el cerro Acueyametepec, la sede de los fuertes de Loreto y Guadalupe.
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Sin embargo, tanto Tetela de Ocampo como Xochiapulco han vivido a la sombra de su vecino Zacapoaxtla, que aunque aportó un solo soldado al Sexto Batallón de la Guardia Nacional en Puebla, un telegrama los hizo quedar para la posteridad como los grandes artífices de la victoria encabezada por el general Ignacio Zaragoza Seguín.
Pedro Mauro Ramos Vázquez, jefe de Cronistas en el Consejo de la Crónica del Estado de Puebla, ayudó a mitigar algunos mitos respecto a la participación de los ‘zacapoaxtlas’ en la victoria ante las tropas francesas.
El cronista expuso que fueron 169 los milicianos que viajaron desde distintos puntos de la Sierra Norte de Puebla para brindar apoyo en la guerra, tanto en las batallas de Acultzingo y de Puebla, aunque su preparación era limitada y apenas contaban con machetes, palos y piedras para enfrentar a unos soldados armados con lo mejor de la época.
Sin embargo, aclaró que la gran mayoría eran originarios de Tetela de Ocampo, fueron 115, mientras que el segundo grupo más importante era el de Xochiapulco, fue de 26.
Los 28 restantes se repartieron entre las localidades y cabeceras de: Tatoxcac 9, Xaltetela 3, Xocoyolo 3, Cuetzalan 2, Zacatlán 2, Ahuacatlán 2, Comaltepec 2, Zacatipan 2, Tahític 1, Atacpan 1 y Villa de Zacapoaxtla 1.
Usando los límites territoriales y la geografía actual, Zacapoaxtla habría brindado un total de 17 milicianos a través de Tatoxcac, Xaltetela, Comaltepec, Tahític, Atacpan y la Villa; no obstante, Pedro Mauro Ramos aclaró que para entonces, las localidades eran independientes entre sí y mantenían distancia con lo que ocurría en la cabecera municipal, donde la participación fue mínima.
¿Dónde estuvo el error?
El cronista contó que el Sexto Batallón de la Guardia Nacional en Puebla se dividía en varias compañías y una de ellas tenía representación en el municipio de Zacapoaxtla, por lo que todos fueron catalogados como ‘zacapoaxtlas’ aunque eran provenientes de otros lugares.
La confusión se maximizó tras el telegrama que el general Miguel Negrete envió a sus subordinados una vez que el Ejército Francés fue derrotado en Puebla, en la que reconocía su valor al frente de batalla.
El propio Negrete notó el error y el 12 de mayo de 1862, una semana después del primero, envió otro telegrama a sus tropas en el que reconocía la valentía de los combatientes de Tetela de Ocampo y los felicitaba en nombre de la patria, “Hemos avanzado mucho para que se reconozca esta deuda histórica con las compañías de Tetela de Ocampo y Xochiapulco. El tiempo y algunos eventos como el carnaval de Huejotzingo, donde uno de los trajes más vistosos es el de los zacapoaxtlas, abona año con año a que la gente crea que todos los serranos eran de Zacapoaxtla”, relató.
Una medalla de hermanamiento
Para dar fin a la pelea por la verdad histórica de lo ocurrido el 5 de mayo de 1862, los gobiernos municipales de Tetela de Ocampo, Zacapoaxtla y Xochiapulco firmaron un hermanamiento en el que se reconocen mutuamente como combatientes del Ejército de Oriente.
Fue en 2021, en el marco de la conmemoración del 159 aniversario de la Batalla de Puebla, cuando los tres municipios lanzaron una medalla conmemorativa para sellar su fraternidad, pues más allá de que geográficamente son vecinos, la historia los ha llevado por distintos caminos en más de una ocasión.
A ello se sumó el compromiso de instalar bustos en cada municipio para honrar la memoria de los Tres Juanes: Juan Crisóstomo Bonilla, Juan Nepomuceno Méndez y Juan Francisco Lucas, quienes lideraron al Sexto Batallón de la Guardia Nacional en Puebla y promovieron el progreso de la región, mismos que fueron elaborados por el escultor Tizoc Ramos Hernández.
CHM