La artista visual Berta Kolteniuk expone su obra en Ese pequeño punto azul: una mirada artística del planeta, en el marco del Día Internacional de la Mujer, en el Museo de la Ciudad de México.
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En esta fecha tan significativa, la artista desea que “paren los feminicidios atroces y se castigue duramente a quienes ejercen la violencia sistemática contra las mujeres en México y en el mundo”.
Kolteniuk, quien comparte su mirada artística sobre el planeta a través de 21 obras, entre pinturas, esculturas e instalación, se congratula de que en todas las latitudes del planeta y todos los campos se cuestione la injusticia y el abuso que se ha cometido hacia la mujer en la historia de nuestra cultura.
“Lo aplaudo muchísimo. Por fin podemos luchar por nuestros derechos y espero que esto crezca al punto en el que cambie la conciencia de los hombres y, sobre todo, las leyes para que las mujeres se empoderen y puedan desarrollarse como quieran y dejen de ser las víctimas de sus hogares”, dice la artista, quien ha realizado 25 exposiciones individuales y participado en más de 100 colectivas tanto en México como en el extranjero.
Formas biológicas
Sobre su exposición, que se inaugura el 12 de marzo, dice a MILENIO que las piezas son resultado de su más reciente trabajo, realizado durante estos años del confinamiento, y que se encuentran dentro del ámbito de la pintura expandida, explorando el espacio hacia lo tridimensional.
“Mi asombro por la naturaleza me ha llevado a investigar sobre el origen de la vida, las formas biológicas como las células, animales, plantas o planetas, de lo micro a lo macrocósmico”.
Siempre le ha interesado reflexionar sobre la naturaleza, desde 1998 comenzó a realizar obras que reflejaban sus preocupaciones sobre el cambio climático.
“Durante años trabajé sobre el tema de Antártica, del desprendimiento de los hielos en los polos en las heladas aguas de los océanos, pero de una manera poética y sutil, no literal, explorando con el blanco, la nieve y el contraste con del color”.
Desde la indignación
Cuenta que en este tiempo exploró diversas variaciones de fondo, forma y colores, pero lo que más le impresionó fue que el resultado al explorar el azul, durante este proceso pasó por diversos tonos de claros a oscuros hasta llegar a la noche, al cielo nocturno.
—¿Cómo define su propia creación?
Soy una investigadora de la pintura, me interesa llevarla a la tridimensionalidad para jugar en el espacio. Realizo piezas que puedo manipular, doblar, enrollar, con las cuales hago acciones e interacciones para sacar a la pintura del bastidor. He llegado de esta manera a hacer performance y acciones que registro en foto y video convirtiendo estos medios como parte de mi obra, incluso realizo piezas interactivas, me interesa de pronto borrar la barrera del “no tocar”.
—¿Por qué pensó en el caso de George Floyd para presentarlo en su obra I can’t breathe?
Porque me pareció un acto indignante, justamente cuando empezaba la pandemia, asesinan a un individuo en plena vía pública, sin ninguna justificación, como abuso de poder policiaco gringo, donde existe un racismo atroz y sistemático que no ha parado desde que comenzó la esclavitud. Viví en Estados Unidos durante siete años y fui testigo de la discriminación, es de no creerse.
No fue una pieza planeada, simplemente ese día comencé a experimentar de nuevo con el óleo y no pude hacer otra cosa más que pintar el aire, que era lo que todos estábamos necesitando, poder respirar. El aire, que es transparente, se convirtió en cielo, 54 variaciones de tonos de azul, en un horizonte blanco que colocado en distintas alturas emulaba el ritmo de un respiro. Esta fue mi respuesta. Estarán colocados sobre pequeñas repisas, en hileras de tres, formando una longitud de 7 metros, para que el espectador lo camine.
La exposición Ese pequeño punto azul: una mirada artística del planeta, podrá visitarse del 12 de marzo y hasta el 29 de mayo en la sala Salvador Novo del Museo de la Ciudad de México, localizado en Pino Suárez 30, en el Centro Histórico.
Sensaciones
La muestra de Berta Kolteniuk se presenta en un diálogo curatorial con Rodrigo Ramírez, quien comenta: “Su obra busca dar corporalidad y posibilidad a la materia como sensación, volcando el interior del cuerpo al exterior, pintura de los bordes, receptáculo del afecto y de la pasión-afección del mundo”.
PCL