De una madeja amorfa de delgadas hebras en la que múltiples colores se abrazan entre sí para fundirse en tonos sin contraste, emerge una punta diminuta, sujetada por finos dedos que la separan del resto y la colocan con una suavidad casi religiosa entre el ojal transformado en pincel. De puntada en puntada, de vaivén en vaivén la punta afilada salta y se sumerge dentro de aquel mar de tela que sirve como lienzo.
La madeja va perdiendo hilos, estos se encuentran ya intercalados dando forma a una mariposa, a un zorro o a un hongo; a la figura que la ilustradora Cecilia Santamaría Mandujano ha decidido plasmar con su técnica y habilidad de manera textil.
Diseñadora gráfica de formación, la pandemia se convirtió como para muchos otros en un espacio de reinvención, de resiliencia y de encontrar nuevas formas tanto de expresión, arte y sustento. El bordado moderno, como lo llaman quienes se dedican a este tipo de ilustración textil, tiene la intensión de pintar con hilos figuras con un mayor grado de realismo.
“Está el bordado tradicional, como el bordado Tenango, donde existen figuras que tratan de representar a la naturaleza, pero como con formas más geométricas o abstractas, pero lo que nosotras hacemos es tratar de llegar como a la realidad por medio de los hilos. Pintar con hilos como lo describe Gimena Romero, ilustradora textil oriunda de Ciudad de México”, nos explica Cecilia.
Luego de que el taller en el que ha laborado por cinco años pausara sus actividades decidió incursionar en un nuevo campo creativo, empezar desde cero e ir formando un estilo propio pues si bien el bordado es una actividad que tiene ciertos patrones, la mezcla de colores, formas y puntadas que den el resultado preciso es una cuestión de prueba y error.
“Empecé con el material que tenía aquí en casa porque todo estaba cerrado, empecé con la tela que encontré aquí, los hilos que encontré en la papelería de la esquina, fui experimentando y con la práctica poco a poco puede comprar más material. De las ilustradoras que sigo que hacen bordado son de otros países entonces buscar traducciones está difícil y empecé a hacerlo como yo creía que era y fui desarrollando una técnica”.
Tras años de práctica y aprendizaje en el mundo de la ilustración, Cecilia Santamaría optó por plasmar tanto en sus ilustraciones como en sus bordados lo que más le gusta, la naturaleza, fauna y flora con un toque hiperrealista que captura la atención de forma inmediata y que le abrió las puertas para ofrecer un taller en la pasada edición de Arte 2660, en la ciudad de Toluca.
- De igual forma colabora con la organización Cetrería de México “Quetzalcuauhtli” con ilustraciones y diseño, además de ser la autora de la imagen de una línea de la marca Blaze, una empresa 100 por ciento mexicana que elabora comida para perros.
Contrariamente a lo que se pueda pensar del bordado como una actividad de mujeres, la ilustradora naturalista comenta que dentro del taller existió la participación masculina, ya que este ejercicio puede ser realizado por todos y es por ello por lo que desea dar continuidad a la enseñanza de esta técnica, por lo que pueden contactarla a través de sus redes sociales. Instagram: icec_ilustradora y Facebook: Ceci Santamaría Mandujano.
KVS