Con el éxito que lo ha llevado a actuar en las pantallas de México y Estados Unidos, Bruno Bichir, está dispuesto a dar talleres online para obtener recursos económicos, mismos que distribuirá entre los trabajadores del Foro Shakespeare, que la han pasado muy mal debido a que este recinto teatral, como todos en el país, cerró sus puertas por la pandemia del covid-19.
“Dadas las medidas del confinamiento, estamos armando estos talleres vía digital, y me entusiasmó enormemente poder contribuir, ya que todo lo que se recaude de las clases que yo voy a dar en junio, así como el taller de seis sesiones, en julio, se destinará para ayudar y apoyar a las familias que trabajan en el Foro Shakespeare, pues al permanecer cerrado, están pasando por momentos muy difíciles”.
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Bichir, desde su casa en Los Ángeles, California, muestra su entusiasmo al poder contribuir y ayudar a la recaudación de fondos, a través de la impartición de estas clases, ya que confiesa que siempre ha tenido un deseo entrañable por transmitir conocimientos.
“Me gusta mucho la pedagogía y se lo debo a mi padre, quien fue un sorprendente director de teatro. Desde que yo nací, él da clases de teatro y por muchos años formó a diversas generaciones de teatreros, por lo que la enseñanza siempre me ha parecido fascinante. Mi madre también formó generaciones de jóvenes actrices y actores en el Instituto Nacional de Bellas Artes, y yo, desde hace 20 años estoy trabajando, impulsando y dirigiendo el Foro Shakespeare”.
Bruno Bichir junto con Chula The Clown, impartirán en junio y julio las clases magistrales. La convocatoria está abierta a todo el público y el costo es de 350 pesos. “Mi paso por las tablas junto con Bruno Bichir”, se impartirá el 23 de junio, mientras que el "Taller dramático. Herramientas para la construcción de personaje" será el 4 de julio.
“Les compartiré todo lo que ha pasado por mi cabeza, por mi mente, por mi corazón, y por mi alma dedicada a las artes escénicas, claro que no podría hablar de todo porque si utilizara un minuto para cada año de esas experiencias, el tiempo no me alcanzaría. Confío en transmitir esas herramientas concretas que puedan utilizar en el día día en el mundo real, a la hora de trabajar un personaje en un escenario o ante unas cámaras”.
—¿En serio compartirás tu secretos de la actuación?
La verdad es que no tengo ningún secreto, no guardo secretos, básicamente les hablaré de la simbología teatral de la comedia y la tragedia y en conjunto hacen el quehacer teatral. Hablaré de lo que yo he encontrado, de lo que yo soy, no soy erudito, ni tengo la palabra divina sobre el quehacer teatral, es simplemente mi punto de vista.
Lo que sí puedo decir es que no existe el método de Bruno o el método Bichir, eso no existe, todos somos un cúmulo de experiencias con intuición.
Diría que mi gran secreto es la prueba y el error. Yo soy un interesado desde hace muchos años en la física cuántica, en las investigaciones y en los procesos y en la mente extraordinaria de Einstein y de personajes como Galileo Galilei, de Copérnico y de Newton. Entonces mi proceso creativo lo reduzco a eso al método científico antes que el método de actuación Stanislavsi.
—¿Cuáles han sido los momentos cruciales que compartirás con quienes tomen tu taller?
El más importante sin duda el momento en que entré al mundo profesional de la televisión a los seis años, de la mano de un gran actor, Luis Gimeno.
El otro gran momento que me cambió la vida, fue cuando vi una obra de teatro dirigida por mi padre, más o menos al mismo tiempo, y por supuesto al seguir los procesos de ensayo, porque a mis hermanos y a mi nos llevó a todas partes, pues no teníamos holgura económica para pagar a alguien para que no cuidara.
—Así como aseguras que Shakespeare sobrevivió varias pandemias ¿cómo Bruno Bichir está viviendo el confinamiento por el covid-19?
Igual que todos, me debato entre la alegría y la depresión, entre la procastinación más severa y la productividad más sorprendente, y así estamos todos. Hay días que no me quiero levantar y hay días que no puedo dormir porque estoy trabajando.
He tratado de hacer ejercicio, escribir, leer, escuchar música, me la paso contemplando, haciendo reflexión e inventando música, de comer lo más sano posible, lo más equilibrado posible.
La pandemia que vivió Shakespeare fue de nueve meses, tiempo en el cual estuvieron cerrados los teatros. Aquí estamos hablando de tres meses por eso la campaña en el Foro Shakespeare de celebración de los 37 años es “somos inmortales”, porque hace dos años cerramos 16 meses y apenas reabrimos y no llevábamos ni dos meses y tuvimos que cerrar por la pandemia, por eso ya hemos resistido más que el propio Shakespeare.
—¿Que lección le dejará a México el covid-19?
Tenemos que evaluarnos, reinventarnos como sociedad, somos una sociedad muy lastimada, muy violada desde hace más de 500 años, entonces somos una mezcla explosiva entre el arrojo y la solidaridad, pero también está presente el resentimiento.
Tenemos que entender muchas cosas, el proceso de revolución sin sangre que hemos vivido, como que no nos terminó de caer el veinte. Es una revolución política que estamos viviendo, efectivamente es una etapa en la vida política nacional y del país, pero creo que nos está costando trabajo entenderlo. Todo esto es sólo parte de la reflexión a través de la pandemia, pero por supuesto visibiliza una crisis más profunda.
El presidente no es el que divide a la sociedad, nosotros lo hemos hecho desde hace muchos años, y no nos hemos dado cuenta, creo que tendremos un sinfín de enseñanzas, efectivamente.
PCL