Los reflectores se encendieron y la postal quedó para la historia, pocas veces se ha visto semi vacía la Alhóndiga de Granaditas. Las gradas de metal que se colocan para los conciertos que tienen lugar durante desarrollo del Festival Internacional Cervantino lucieron prácticamente sin público en el segundo día de actividades de la 49 edición de la fiesta artística y cultural.
No obstante, la Camerata Porteña, de Argentina y la Orquesta Sinfónica de Zapopan —que se sumó a la segunda parte del concierto— se entregaron en su actuación, la cual fue seguida de principio a fin por los espectadores que ocuparon las escalinatas y las sillas de la explanada, quienes fueron parte de un concierto inolvidable “Piazzolla 100 años. El Ángel vive”, que se sumó a los festejos por el centenario del natalicio del afamado compositor.
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El público escuchó el “Preludio en la noche”, de Alejandro Gordo y de Marcelo Rodríguez Scilla, fundador de la agrupación argentina. Asimismo, los asistentes aplaudieron la interpretación de “Invierno porteño” y “Balada para un loco” interpretada por el cantante Guillermo Ibáñez.
Marcelo Rodríguez Scilla, al interactuar con el público, dijo que era uno de los días más felices para los ahí presentes, porque estaban volviendo a tocar después de la pandemia, compartiendo con público tras superar la tragedia y los momentos difíciles.
El concierto cerró con “Libertango” también de la autoría de Astor Piazzolla, y el público aplaudió de pie a los integrantes de la Camerata Porteña y a la Orquesta Sinfónica de Zapopan.
El director de la Camerata Porteña, agrupación creada hace 35 años, se mostró contento de presentarse nuevamente en el Cervantino, como lo hizo en 2016.
Mientras él agradecía, un grupo nutrido de personas, que no pudo ingresar al concierto en la Alhóndiga de Granadistas, por no contar con boleto, optó por recorrer las calles aledañas guiado por una de las tradicionales estudiantinas de Guanajuato. Antes el público llegaba desde temprano para hacer fila y así obtener el mejor lugar, ahora el acceso cambió, la gente —con anticipación— tuvo que ingresar a la página del Cervantino para obtener un código QR de acceso.
Previo a su actuación, Marcelo Rodríguez Scilla indicó que brindarían una retrospectiva de la obra de Piazzolla, en cuanto a sus diferentes estilos de composición y de interpretación.
“Todos esos estilos nunca han perdido la impronta y su sello personal, que fácilmente es reconocible por sus compases”.
Subrayó que su vigencia es incuestionable: “no hay solista ni orquesta importante en el mundo, como la Chicago o la Moscú, que no haya tocado la música de Piazzolla, por su estilo propio, por su impronta y por su complejidad técnica”.
A muchos jóvenes les llega la música de Piazzolla, aunque no a la mayoría porque no hay forma de difundirla en los medios de comunicación a nivel global, dijo Rodríguez Scilla, pero destacó que hay mucha gente interesada en su música y en sus distintas formas de composición pues tiene más de 2 mil obras.
PCL