Caos en la cultura

La goberandora Maru Campos, de Chihuahua, junto con el presidente municipal de la capital de ese estado, Marco Bonilla, decidieron otorgar sin licitación y como apoyo “extraordinario” a la cultura un presupuesto de 35 millones de pesos

Maru Campos, gobernadora de Chihuahua. (Foto: Especial)
Jaime Chabaud Magnus
Ciudad de México /

La goberandora Maru Campos, de Chihuahua, junto con el presidente municipal de la capital de ese estado, Marco Bonilla, decidieron otorgar sin licitación y como apoyo “extraordinario” a la cultura un presupuesto de 35 millones de pesos a una sola obra de teatro para que dé 12 funciones. La adjudicación directa otorgó a la producción de La golondrina y el príncipe, adaptación de un cuento de Oscar Wilde, la desproporcionada cantidad que equivale prácticamente al presupuesto que aplicó el año pasado el Centro Cultural Helénico y el Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura al Circuito Nacional de Artes Escénicas en Espacios Independientes de la Secretaría de Cultura Federal. Ese programa destinó un recurso similar para casi 200 obras que fueron a espacios independientes en las 32 entidades de la República Mexicana, realizando un total de 1,400 funciones de teatro y danza. Con ello se benefició a todo el país, se reactivaron los foros autogestivos, se llegó a públicos que suelen ser desatendidos por las políticas culturales y se trató, por primera vez en muchos años, a los artistas escénicos de manera humana y profesional al gestionar y emitir los pagos por adelantado.

Bravos y loas se llevó la Secretaría de Cultura Federal el año pasado. No se repitió este año el entusiasmo porque los recursos siguen sin salir en una guerra ya evidente entre las Secretarías de Hacienda y de Cultura. Porque no solamente los Circuitos han sufrido el ninguneo de la primera sino infinidad de programas que logran una automática animadversión de los gremios artísticos hacia la segunda. Lo paradójico es que parece ser que las instancias bajo la responsabilidad de Alejandra Frausto han realizado los trámites en tiempo y forma y sin embargo el dinero no fluye. Esto viene a reiterar el desprecio de la 4T hacia la cultura. “¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza?”, reza el soneto sobre el ajedrez de Jorge Luis Borges. Nada cuesta adivinarlo. Pero retomando el asunto Chihuahua, hablamos de descaro y robo galopante.

Traspunte

Campaña mediática

El Gobierno de Chihuahua tiene plumas de pato, pico de pato, patas de pato y hace “cuac” pero se niega a que le llamen pato (corrupto). Y para encubrir lo que es un evidente robo a favor del hermano del senador Espino, gasta aún más dinero en una campaña mediática de los beneficios de su “gran” obra por la cultura.

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