Carlos fuentes, el conferencista entusiasta

Libro

La reciente obra será un acercamiento a títulos y autores en la vida del escritor, pero también al recuerdo de sus amistades, explica Silvia Lemus.

“Carlos era un rockstar de los intelectuales”. Jesús Alejo
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Ya casi han transcurrido ocho años de la partida de Carlos Fuentes, de esa estirpe de escritores que no solo se manifestó a través de la literatura sino de las distintas herramientas que halló a su paso: la pluma periodística, las opiniones ante una grabadora, los testimonios ante un micrófono.

Silvia Lemus ya se había detenido a publicar, hace un par de años, Conferencias Políticas. Educación, sociedad y democracia (FCE), que ahora encuentra su complemento con la aparición de Carlos Fuentes. A viva voz. Conferencias culturales (Alfaguara, 2019).

“Carlos era un gran conferencista, era muy entusiasta escucharlo y lo oyeron de todas las edades, tanto gente joven como adultos, hombres y mujeres mayores de edad: era formidable ver ese dominio que tenía de la palabra y de su pensamiento: quienes lo vieron, al leer las entrevistas pueden imaginarlo”.

Desde la perspectiva de la periodista, de la obra de Carlos Fuentes se puede extraer el material suficiente para hacer biografía intelectual, porque su pensamiento siempre fue muy claro, fue muy coherente en sus ideas, tanto intelectuales, como culturales y políticas.

“Leyéndolo también recibe uno una serie de mensajes que aprovecha para una cultura privada o para alguien que sigue su obra con seriedad. Lo extrañamos mucho, era un rockstar de los intelectuales y de la literatura, siempre estaba perseguido por hombres y mujeres”.

Carlos Fuentes. A viva voz. Conferencias culturales, que cuenta con un prólogo de Steven Boldy, se divide en tres partes: “Maestros”, “Amigos” y “Vocación”; en todos los casos se ofrece un acercamiento a títulos y autores que tuvieron influencia en la vida del escritor, pero también se rinde una especie de homenaje a los amigos, a las amistades que pervivieron hasta el final y a aquellos que sucumbieron con el paso del tiempo.

“A mí no me decía nada, porque Carlos, en esos temas, era hermético, pero él escribió al fallecimiento de Octavio un hermoso homenaje. Cuando uno ama auténticamente es para siempre, aunque uno no vuelva a ver al amigo, es algo que no impide la admiración y el recuerdo de la amistad”, en palabras de Lemus.

Sobre el libro que recoge la correspondencia entre Paz y Fuentes, insiste en que eso ya depende de quien administre el legado del Premio Nobel y de Marijo Paz, si bien “nunca se separaron, tenían los dos la imagen de cada uno. Alguna vez lo hablé con Marijo y me dijo: ‘La culpa fue de otros’”. 

Reencuentro fugaz pero de corazón 

Silvia Lemus recuerda que Octavio Paz y Carlos Fuentes perdieron todo contacto durante años, pero que una vez se encontraron en la visita a sus respectivos cardiólogos, los hermanos Césarman: “Teodoro era el doctor de Carlos y Eduardo era el de Octavio. Se saludaron, como siempre. Hablaron de sus corazones y se despidieron. Fue la última vez que se vieron, pero el encuentro fue afable por parte de los dos”, evoca la periodista.


LAS MÁS VISTAS