El 15 de septiembre de 1973, el joven príncipe sueco Carlos Gustavo ascendió al trono. Su abuelo, el rey Gustavo VI Adolfo, acababa de morir.
Cincuenta años después, y sin el luto que se le guarda al rey fallecido, la casa real sueca festejó el jubileo de Carlos XVI Gustavo, cuyo padre murió en enero de 1947, cuando él tenía solo nueve meses de edad.
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Carlos XVI Gustavo (como se escribe oficialmente su nombre) es el monarca con el reinado más largo de todos los tiempos en Suecia. Él es el principal representante del país y como jefe de Estado, sus tareas son ceremoniales y representativas, y están reguladas en la Constitución.
Como parte del jubileo, durante este año el rey y su esposa, la reina Silvia, han visitado 21 los condados suecos para reunirse con los ciudadanos y disfrutar de espectáculos y conciertos.
El 14 de septiembre empezaron los actos más formales con el concierto de aniversario en el Teatro del Palacio de Drottningholm al que asistió la familia real en pleno: los reyes y sus tres hijos (Victoria, la princesa heredera; Carlos Felipe y Magdalena) con sus respectivas familias, incluidos los hijos de Victoria, los pequeños Estela y Oscar (segunda y tercero en la línea de sucesión al trono).
Además de ellos estuvieron presentes los reyes Noruega, la reina Ana María de Grecia, las parejas presidenciales de Finlandia e Islandia, la reina Margarita II de Dinamarca y los príncipes herederos de ese país y de Noruega, e invitados del parlamento, el gobierno, la cultura y los negocios.
Después del concierto, los reyes suecos ofrecieron una cena privada en el Palacio de Drottningholm.
Jubileo en grande
El 15 de septiembre inició la celebración más importante del año con un te deum, una ceremonia de la antigua iglesia del país que se realiza en eventos reales importantes como este. Se transmitió por televisión así como todos los actos públicos de este jubileo.
A mediodía hubo un saludo militar desde la isla Skeppsholmen; el rey y su segundo hijo, el príncipe Carlos Felipe, quien tiene formación militar, asistieron al cambio de guardia.
Por la noche Carlos XVI Gustavo dio un discurso transmitido por televisión: “Tengo la esperanza de poder seguir sirviendo a nuestra Suecia ahora y en los próximos años. Tanto en subida como en bajada. En los buenos tiempos, así como en los de grandes desafíos. Una Suecia firmemente arraigada en su historia y con la mirada fija hacia un futuro brillante y feliz”.
El día concluyó con un banquete de aniversario en el Palacio Real de Estocolmo al que asistieron la familia real, con los invitados (de la realeza y la política) que los acompañaron en el concierto del 14 de septiembre.
El menú consistió en tartaleta con guisantes dulces, brócoli tierno, habas, eneldo, suero de leche y rábano picante; ciervo de Södermanland con bayas de enebro, setas de otoño, apio nabo y aceite de brotes de abeto, y bayas silvestres de Norrbotten con vainilla, almendras tostadas y mantequilla dorada.
El acto más llamativo sin duda sucedió el 16 de septiembre con la caravana por el centro de Estocolmo, una procesión de carruajes encabezada por los reyes y aproximadamente 3 mil soldados y marineros de 24 unidades del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea acompañados por bandas de guerra.
El cortejo terminó con un viaje del rey y la reina en el balandro real (una embarcación sueca) Vasaorden . El balandro pasó remando por Kastellholmen y cruzó la corriente de Estocolmo hasta el bajo Logårdstrappan.
Los festejos oficiales culminaron con un concierto en el que los artistas más populares de Suecia (como Tomas Ledin y Loree) interpretaron éxitos que abarcaron los 50 años que Carlos XVI Gustavo ha estado en el trono sueco.