Para Carlos Saura, “lo más hermoso en la vida es la imaginación, no solo la realidad, sino la imaginación. Yo he tratado de hacer mis películas siempre utilizando una gran dosis de imaginación, lo que aprendí de mi maestro y amigo Luis Buñuel”.
El Conjunto Santander de Artes Escénicas estaba ayer de fiesta: no todos los días recibe a un creador tan entrañable e imaginativo como Carlos Saura, autor de películas tan memorables como Ana y los lobos, Cría cuervos, Mamá cumple cien años, Carmen o El amor brujo, por hablar de las primeras que se vienen a la mente, amén de su trabajo como fotógrafo y escritor.
El director español está en Guadalajara dirigiendo los ensayos de El gran teatro del mundo, obra de Calderón de la Barca que se estrenará el 22 de febrero en el Conjunto Santander, donde Saura filmó gran parte de su cinta más reciente: El rey de todo el mundo.
En conferencia de prensa, el director se mostró jovial al afirmar que, a su edad, “hacer teatro es lo más cómodo del mundo, sobre todo cuando se tienen actores tan estupendos como ustedes —dijo señalando al elenco que estaba sentado detrás de él—. Cuando se elige bien a los actores, ellos saben bien lo que tienen que hacer. No me gusta dirigirlos demasiado, porque a veces hay directores muy pesados. Lo que sí me preocupa mucho es la escenografía”.
El director debutó en el teatro en 2013 con la obra de Calderón de la Barca, estrenada en España, para después dirigir adaptaciones de las novelas El coronel no tiene quien le escriba y La fiesta del chivo, de Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, respectivamente.
Una pasión lejana
La elección de El gran teatro del mundo obedece a una pasión lejana por la obra, explicó Saura. “Desde bastante niño me interesaba muchísimo esta obra de Calderón de la Barca, hasta el punto en que en una de mis películas, Elisa, vida mía, hice una versión para un colegio de niñas de un tema que me interesa mucho, que es el intercambio de personalidades: por qué yo soy pobre y el otro es rico, por qué un señor tiene que mandarme hacer una cosa y al otro no…”.
Aseguró haber hecho “una versión muy caprichosa, muy personal de El gran teatro del mundo. Les dije a los actores que hablen en un lenguaje coloquial de México, pero el resto contiene la poesía de Calderón de la Barca: se mantiene el espíritu de su obra”.
Alma renacentista
Artista de alma renacentista, Saura asegura que ha andado “de puntillas” en el teatro, pero que no se considera un experto. “Tampoco soy un experto en ópera, ni en flamenco, aunque todo mundo piensa que sí. Lo único en lo que soy experto es en fotografía; es lo único que domino… y un poquito el cine —dice entre risas—. Y bueno, he escrito cuatro o cinco novelas, pero eso son efectos secundarios”.
A los 88 años, la actividad de Carlos Saura no para, convencido de que “siempre hay que estar haciendo algo, hay que estar ocupado continuamente. La vida social está muy bien, pero para hacer las cosas bien hay que aislarse”.
Cine o teatro, literatura o fotografía, el director considera que “la cultura es la base de todos los pueblos, de todas las naciones, por lo que deberíamos fomentar más el cuidarla”. De ahí la necesidad de que se recuerde, dijo, la obra de gente como Dalí, Buñuel, Goya, Calderón de la Barca o Lope de Vega, más que a los equipos de futbol como el Barcelona o el Real Madrid.
A modo de auto sacramental, El gran teatro del mundo se estrenó en Valencia en 1641, si bien se piensa que su autor había escrito la obra desde una década antes. El autor presenta el mundo como un gran teatro, en el que cada personaje representa el papel que él les asigna y, al final de la función, recibirá un premio o un castigo, según se haya desempeñado.
Luego de su presentación en el Conjunto Santander de Artes Escénicas, El gran teatro del mundo tendrá funciones del 9 al 24 de marzo en el Teatro Helénico de Ciudad de México.
Otros Montajes
Dirigió las versiones teatrales de El coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez y La fiesta del chivo de Vargas Llosa.
Ópera
Ha fungido como director de ópera, con obras como Carmen de George Bizet y Don Giovanni de Wolfgang Amadeus Mozart.
Fotógrafo
Como fotógrafo publicó libros como El rastro, Flamenco, Las fotografías pintadas de Carlos Saura o Saura x Saura.
Escritor
Ha publicado novelas como Pajarico solitario, que luego llevó al cine, y Elisa, vida mía, escrita a partir de la película del mismo nombre.