Toda una Noche de Museos con el canto Cardenche junto con el músico capitalino Juan Pablo Villa, es la que se vivió la noche de este sábado en el patio de la emblemático lugar de la Casa del Cerro de Torreón.
Esto en el marco de las actividades del 25 aniversario de la Casa del Cerro como Museo abierto el otoño de 1994, pero construida en 1905, dos años antes de que se declarara Torreón como ciudad.
Minutos después de las 20:00 horas se dieron cita cerca de 200 asistentes quienes tomaron su lugar para disfrutar de los artistas invitados, sin embargo, desde las 17:00 horas estuvieron abiertas las salas de exhibición del museo.
En primera instancia, Juan Pablo pasó al escenario con su consola ‘live looping’ con la que capta fragmentos de sonido que se graban y a su vez se reproducen, formando así una melodía a la que Villa le agregó su canto.
El artista vocal aprovechó su estancia de casi una semana en la comunidad de Sapioriz, Durango, para aprender más de este canto y formalizar una presentación que se ofreció esa noche y la cual será mostrada el próximo 17 de octubre en el Festival Cervantino en Guanajuato.
El tema “A morir en los desiertos” salió de la voz de Juan Pablo Villa, como un homenaje a los hombres y mujeres que preservan el valor histórico del canto cardenche, mientras tanto, con un performance, el gestor cultural Gustavo Montes, interpretó el caminar de los cardencheros al subir las piedras del cerro.
Siguió el turno de la participación estelar de los Cardencheros de Sapioriz, a voz de sus integrantes: Guadalupe Salazar, Fidel Elizalde, Iginio Chavarría, Ofelia Elizalde y su hijo Ángel Valenzuela.
Para abrir su presentación iniciaron con su canto al son del tema “Prisionero”, donde le cantan a un amor que es imposible abandonar porque fue un amor que se quiere bien y que no no pagó mal.
Luego siguieron más de sus canciones que han presentado en diferentes partes de la república y fuera del mismo, con temas como “A pie de un árbol”, “A pie de un maguey” y “La redonda Luna”, esta última, cantada por la señora Ofelia y su hermano Fidel, donde en cada intermedio de temas, Juan Pablo Villa hacía mancuerna con sus sonidos de fondo.
Lo dramático de las letras de las canciones de los Cardencheros hacía que a más de uno se le salieran las lágrimas al seguir la historia que relatan.
Para hacer posible este evento, colaboraron tanto el Instituto Municipal de Cultura y Educación de Torreón (IMCE), Culturas Populares Durango y el Museo del Cerro.