Casa Wabi celebra una década de creación artística

La asociación civil fomenta el intercambio entre el arte contemporáneo y las comunidades locales en Puerto Escondido, Ciudad de México y Tokio.

El inmueble ubicado en una zona industrial es de la autoría del arquitecto Alberto Kalach. (Foto: Juan Carlos Bautista)
Ciudad de México /

Para celebrar en 2024 la primera década del proyecto artístico, cultural y social Casa Wabi, la asociación civil que fomenta el intercambio entre el arte contemporáneo y las comunidades locales en Puerto Escondido, Ciudad de México y Tokio, organizó un recorrido por sus instalaciones en la calle de Sabino, en la colonia Atlampa.

El inmueble ubicado en una zona industrial, de la autoría del arquitecto Alberto Kalach, identificado como la Casa Wabi y Bosco Sodi, se erige como una oferta cultural para la comunidad de este sitio, ubicado al norte de Ciudad de México.

Casa Wabi, inspirada en la filosofía japonesa Wabi-Sabi, que busca la belleza y la armonía en lo simple, en lo imperfecto y lo no convencional, se fundó en 2014 por el artista mexicano Bosco Sodi, primero con dos sedes destinadas a residencias artísticas: Casa Nano, en Tokio y Casa Wabi, en Puerto Escondido.

Después de su estancia en Japón, en la que interactuó con la cultura y las tradiciones de aquel país, Sodi quiso retribuir esta experiencia y, tras conocer al arquitecto japonés Tadao Ando, por azares del destino, se dispuso a crear la Fundación Casa Wabi, que busca contribuir al desarrollo social a través de las artes, por medio de sus programas de residencia, exhibiciones, barro, cine y biblioteca móvil, explicó Carla Sodi, directora de la Fundación Casa Wabi.

“Es así como empieza esta magia, la idea que sería algo de tamaño regular, lo más grande de la fundación sería la casa, pero 10 años después, este proyecto es tan grande que al mismo Sodi ya lo superó, pues es una institución per se”.

Recorrido por las instalaciones de Casa Wabi, ubicada en la colonia Atlampa. (Foto: Juan Carlos Bautista)

Casa Wabi, puntualizó, en este tiempo ha impulsado residencias artísticas, a las que vienen entre seis y siete grupos de residentes al año, cada uno de los cuales está compuesto por cinco o seis residentes por temporada.

“Estos residentes hacen un proyecto comunitario, con el que retribuyen algo a la sociedad, a las comunidades locales, pero retribuir es un decir, porque la verdad, es un diálogo que se genera, no es una parte conquistadora que llega a enseñar”.

La directora de la Fundación Casa Wabi, subrayó que en este tiempo, tuvieron colaboraciones de distintas instituciones, fundaciones y premios.

“Estuve platicando con Juan Pino, director de proyectos comunitarios sobre ¿cómo medir el impacto de la fundación cultural y el acercamiento a la gente? Creemos que es muy difícil, estábamos viendo los números y le dije: si son 210 mil beneficiados directos estamos hablando que indirectos serían más de 600 mil, porque la cifra se multiplica por tres, que sería una familia de cuatro personas”.

Puntualizó que una de las cosas que busca el equipo de Casa Wabi, no es crecer programas, sino mejorar los que se tienen.

Con esa misión, proyectan publicar la segunda edición del libro Casa Wabi, con la editorial Rizzoli, que saldrá a la venta en octubre 2024, aunque aparentemente es el mismo libro, este ejemplar se ha enriquecido.

Mariana Vinalay, artist liaison, Juan Pino, director de proyectos comunitarios y Carla Sodi, directora de la fundación. (Foto: Juan Carlos Bautista)

Asimismo, proyectan una colaboración con el Antiguo Colegio de San Ildefonso, con la inauguración de la muestra Bitácora de archivo, sobre los proyectos desarrollados entre artistas y comunidades en Oaxaca. Dicha exhibición se inaugurará el 1 de febrero de 2024.

Valeria González, asistente personal de Bosco Sodi, dio el recorrido por Casa Wabi Sabino, en la colonia Atlampa.

“Este edificio se divide en dos partes, tenemos el área de las exhibiciones de Casa Wabi, con una duración de cuatro meses, y también está el estudio Bosco Sodi, que no el taller, en donde se presenta la obra de Bosco y se cambia cada año”.

Frente a la obra de Bosco, detalló que entre los intereses del artista está el trabajar con el oro, precisamente, por su inclinación por la alquimia y por la química. Al descubrir los procesos y nueva formas de aplicarlo, optó por explorar con este material que experimentó en esculturas de piedra volcánica.

Subrayó que Casa Wabi es una fundación de arte sin fines de lucro, que lo que busca es la interacción artística de arte contemporáneo, sobre todo, con las comunidades locales, es un proyecto que se ha ido desarrollando desde Puerto Escondido, y ahora cuenta con tres sedes.

En este espacio en Ciudad de México, enfatizó, lo que se busca es compartir exhibiciones de los artistas que selecciona la curaduría interna con la comunidad de Atlampa.

PCL

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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