¿Cómo se vive la experiencia de ser desplazada desde la perspectiva de una niña? En la obra de teatro Cosas pequeñas y extraordinarias se cuenta la historia de Emma, una niña de 8 años que se ve obligada a dejar su hogar pues el país en el que vive atraviesa una situación violenta.
La compañía Proyecto Perla, en colaboración con la Agencia de la ONU para los Refugiados en México (ACNUR), presentan esta puesta en escena los sábados y domingos, hasta el 6 de marzo, en el Teatro de las Artes del Cenart.
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Uno de las cosas más importantes para Daniela Arroio y Micaela Gramajo, autoras y directoras de Cosas pequeñas y extraordinarias, es “hablar sobre la migración forzada porque es nuestra propia historia y la de tantas personas”. Al contar la historia de Emma y su familia Arroio y Gramajo ven reflejada la historia de “millones de familias que se ven obligadas a huir de su tierra para buscar la vida en una tierra nueva, una tierra distinta”.
La mamá y el papá de Emma son periodistas. Al verse obligados a dejar su país por estar expuestos a un gran peligro, Emma se enfrenta a un nuevo idioma, a alimentos que le parecen muy raros y a enfrentar la distancia de algunos miembros de su familia, como su abuela o su tío, que está desaparecido.
En su nuevo lugar de residencia Emma conoce a una niña llamada Maia y a un gato. En este lugar conoce el mar y recibe cartas de su abuela, pero lo que más hace es extrañar todo el tiempo. Durante la obra Emma empezará a descubrir cosas pequeñas y extraordinarias, una de sus actividades favoritas.
Cosas pequeñas y extraordinarias es una obra enfocada al público infantil y juvenil. La compañía Proyecto Perla busca que las obras de teatro que producen prioricen la voz de niños, niñas y jóvenes.
“Buscamos construir horizontalidad para plantear una conversación desde una teatralidad incluyente y para toda la familia. Creemos que hacer teatro para niños y niñas es un acto político porque son el presente y juntos imaginamos futuros posibles”, consideran Daniela Arroio y Micaela Gramajo.
PCL