Charles Augustin Sainte-Beuve logró que la crítica literaria se volviera un género autónomo con sus propias reglas que tenía su público y una inmensa importancia política. Es decir que la literatura era una actividad pública digna de la atención, no sólo de los lectores sino del Estado, afirmó Christopher Domínguez Michael, integrante de El Colegio Nacional.
A través de un recorrido por el mundo literario francés el siglo XIX, Domínguez Michael habló de la vida y obra de Sainte-Beuve, sus relaciones con escritores emblemáticos de la época, y la relevancia, virtudes y defectos de su abundante obra.
“Sainte-Beuve hizo del crítico una personalidad pública odiada y respetada, imitadores suyos hubo, hay y habrá mientras dure la literatura”.
El también ensayista, dijo que la opinión literaria se queja a menudo de que críticos como él aludan con tanta frecuencia a Charles Agustin Sainte-Beuve, pero sería como pedirles a los psicoanalistas que no hablaran de Sigmund Freud o a los biólogos que no lo hicieran acerca de Charles Darwin.
El primer crítico de la historia
Para Domínguez Michael, el crítico francés fue un hombre poco extraordinario que asumió que podía hacer de la crítica un género tan respetable como la poesía o la novela, que por algún motivo se volvió imprescindible.
Y definió: "Sainte-Beuve se vuelve el primer crítico literario en la historia que comparte el pedestal con las grandes figuras de la literatura y va normando el criterio de la literatura francesa, haciendo un panorama de una enorme riqueza que incluye prácticamente a toda la literatura de su país en una época en que ésta incluía con naturalidad a las memorias históricas, las historias de la revolución, la novela y la poesía".
“Desde Sainte-Beave los críticos somos muy incómodos, muy desagradables, víctimas de toda clase de desprecios, muchos de ellos injustos, una buena-mala reputación que le debemos a él”, expresó.
Manifestó que la del crítico francés, es la figura tutelar de los críticos por sus grandes virtudes y enormes defectos, aunque matizó “el verdadero crítico literario se mide en los defectos de Sainte-Beuve, no en sus virtudes”.
El también historiador refirió que Sainte-Beuve reúne esa naturaleza doble de la crítica literaria, por un lado, el guía que lleva a los lectores bien o mal encaminados hacia lo que él considera la buena literatura. Y por el otro, el aguafiestas, el enemigo de las convenciones, el que está dispuesto a echarle a perder la vida a los autores.
Al reflexionar sobre los juicios del crítico francés, Domínguez Michael dijo que “no alcanzó a ver muchas cosas porque era un hombre de su tiempo, víctima de los prejuicios de su tiempo”.
Como parte del ciclo Grandes críticos literarios, la conferencia se transmitió a través de las plataformas de El Colegio Nacional.
vmb