Cierra 75 % de los telares de Tenancingo

La actividad está por desaparecer, advierten artesanos de la zona.

Se trata de una actividad artesanal. (Claudia Aguilar)
Aura Moreno
Tenancingo /

Tenancingo es conocido por su producción de rebozos. 

Sin embargo, en los últimos 12 años cerca de 75 por ciento de los talleres dedicados a esta práctica han cerrado sus puertas y apenas 15 se mantienen activos, lo que representa un reto económico y cultural para la zona, afirma el artesano Ángel Calvo Velasco.

“Aprendí a los 7 años, hoy tengo 55 y aún me dedico a esto aunque ya no se vende igual que antes; había como 60 talleres y muchos ya pararon porque llegó mercancía de menor calidad de lugares como San Juan del Río, de la Piedra Michoacán o Calimaya”.

Para contrarrestar este fenómeno, dice, optan por la calidad de cada pieza y el cuidado de los detalles hasta lograr una prenda bien hecha, elaborada con hilo de algodón y tejida en telar de pedal.



“Entró un rebozo de presilla que es con un hilo más grueso y más barato, desde ahí empezaron a bajar las ventas, por eso cuidamos cada parte del proceso para que el resultado sea el mejor”.

Relata que el año pasado se inauguró en el municipio la Primera Escuela del Rebozo impulsada por el artesano Rodolfo García Hernández, para fortalecer y perfeccionar esta técnica.

“Ojalá sirva para que las nuevas generaciones no olviden este conocimiento y se valore más la calidad que la cantidad o los precios bajos”.

Velasco trabaja en el taller de rebozos Con Aroma Don Fide ubicado en Tenancingo, que desde hace 90 años ofrece piezas únicas como el rebozo de luto o de aroma.

Un rebozo para envolver a los muertos 

“Antes lo utilizaban para envolver a los muertos, se creía que gracias al olor que desprende podían trascender al paraíso y aunque ya casi nadie lo usa para eso, lo compran para eventos especiales”.

Por otro lado compartió parte del proceso de creación: “La primera parte es el jaspe cuando se realiza el debanado, urdido, boliado, dibujado, amarrado; después el teñido, desatado, puntado, de aquí entra al telar”.



Concluir un rebozo le puede llevar aproximadamente 2 horas, pero fabricar una tela desde la devanada hasta la puntada requiere cerca de un mes: “es una práctica que requiere tiempo y creatividad para lograr trabajos únicos que reflejen la cultura mexicana, de ahí la importancia de preservarlo”.


(Fotos Claudia Aguilar) 

LC

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