El pasado 31 de agosto Sergio Vargas Escoruela cumplió 13 años. Días más tarde viajó de Torreón, Coahuila, a la Ciudad de México para recibir, en la residencia oficial de Los Pinos, el Premio Nacional de la Juventud en la categoría de Expresiones Artísticas y Artes Populares.
Fue acreedor a la máxima distinción que otorga el gobierno de la República a sus jóvenes, que en México son 38 millones, por su excepcional nivel de interpretación pianística.
El pasado 2 de diciembre, Sergio estuvo en el Palacio de Bellas Artes. Tocó “El carnaval de los animales”, de Camille Saint Saënz, con la Orquesta Sinfónica Nacional al lado de Alberto Cruzprieto y Mario Iván Martínez como narrador.
El menor habla también de su maestra, Mariana Chabukiani, quien ha marcado su corta carrera a partir del rigor y los retos crecientes a la hora de sentarse al piano.
¿Cuál es el pasatiempo favorito de un joven de 13 años?
A mí me hace feliz tocar el piano, me alegra mucho. Cuando toco me encierro en un mundo imaginario, donde estamos la música y yo. Disfruto lo que toco.
¿Cuál es tu obra favorita o autor consentido?
No sé cuál obra me gusta más. Conforme voy creciendo me doy cuenta de que hay más piezas y más compositores. Al que interpreto con mayor regularidad es a Bach. A Bach siempre lo toqué, es fundamental para el crecimiento. Tienes que tocar Bach para el desarrollo. Siempre tienes que tocar Bach, sea sonata y otras piezas, pero siempre tiene que estar.
¿A qué edad empezaste a tocar?
Comencé a los seis o siete años. Mi abuelo me enseñó a identificar las notas musicales, pero fue gracias a un regalo de Navidad que decidí entrarle de lleno. Le escribí a Santaclós y le pedí un teclado, una guitarra y una batería. Me trajo un tecladito. Le dije a mi mamá que me llevara a clases y llegué a un instituto, pero no me gustaban las clases, no aprendía mucho. Me sacaron y así llegué con Mariana Chabukiani, que es mi maestra actual.
¿Cómo es trabajar con ella?
Cuando comenzamos ya conocía las notas del teclado, pero era lo único. Ella partió de ahí. Me enseñó todo. Después tuve mi primer recital, que es el que ella organiza para sus alumnos; yo estaba muy nervioso, me temblaban las piernas y tenía mucho hipo.
¿Cuándo participaste en tu primer concurso?
Fue el Parnassos 2014. Chabukiani me dijo que estaba preparado. Siendo el más pequeño de la categoría infantil, gané el segundo lugar. Recuerdo que estaba feliz, brincando y dando marometas en el pasillo.
¿Cuáles fueron los siguientes?
Dos años después me llevó al Concurso Nacional Infantil de Piano Cedro Up-Yamaha. En el jurado estaba Alberto Cruzprieto, amigo de Mario Iván Martínez. Luego me invitaron a tocar con la Camerata de Coahuila, en el Teatro Isauro Martínez, interpretando al pequeño Wolfgang Amadeus Mozart en el cuento sinfónico “¿Conoces a Wolfi?”. Mario Iván me grabó tocando el piano y envió ese material a la Orquesta Sinfónica Nacional: de ahí vino la invitación para ir a Bellas Artes a hacer este cuento sinfónico
¿Has vuelto a Bellas Artes?
Claudia Hinojosa, directora ejecutiva de la Orquesta Sinfónica Nacional, me propuso realizar un recital con el concierto No. 8 de Mozart. Volví seis meses después y toqué como solista con la Orquesta Sinfónica Nacional. Antes estuve en el Festival Cervantino, luego en las salas Nezahualcóyotl, Manuel M. Ponce, Carlos Chávez de la UNAM y Xochipilli.
¿Sigue firme tu idea de crear una asociación?
Sí. Quiero seguir con mi programa Inténtalo sin rendirte, que tiene como objetivo fomentar la música, la cultura y el arte entre niños y jóvenes. Quiero hablar con la maestra Claudia Máynez, directora del Teatro Isauro Martínez, para elaborar un recital didáctico y enseñar un poco a los niños lo que es una orquesta, la música y tocarles pequeñas piezas para que se familiaricen con la música. Cuando tenga el concierto número 9 de Mozart, estaría muy padre que lo hiciera con la Camerata de Coahuila
¿Participarás en algún concurso internacional en 2019?
Tenemos pensado ir a EU o Europa. Estaría bien tener un apoyo; de hecho antes lo tenía del municipio. Estoy agradecido de que me apoyaron para las clases de piano con mi maestra, era una beca que me quitaron hace un mes.
¿Qué sigue para ti?
No sé que voy a ser porque me gustan muchas cosas. Me gusta la robótica, la cocina, la natación, jugar ping-pong, andar en bicicleta con mi mamá, pero no sé qué voy a estudiar como carrera. Hay muchas puertas para mí. Mi mensaje es "sueña en grande, persigue tu sueño, inténtalo sin rendirte". Con mucho trabajo y esfuerzo las cosas sí se pueden lograr.