La mezzosoprano francesa Clémentine Margaine (1984) conoce tan bien el papel de Carmen, la ópera de Georges Bizet que le ha abierto las puertas de los principales escenarios del mundo, que hay quien ya le dice que “Carmen es ella”. No obstante, confiesa que su personaje predilecto es más romántico, la Charlotte del Werther de Jules Massenet.
En entrevista, sostiene que todas las mujeres están en la heroína de Bizet y que si hay un mensaje en esta ópera, añade, es que “el fuego interior de Carmen es su deseo de libertad”.
Margaine ha vuelto a la Metropolitan Opera House en la temporada 2018-2019 para interpretar el papel con que debutó en 2011 en la Deutsche Oper de Berlín. Y este sábado 2 de febrero podrá verse en transmisión en vivo desde Nueva York, a las 12 horas, en el Auditorio Nacional y la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario de la UNAM.
¿Qué hace tan popular a Carmen?
Que es la obra de un genio, verdaderamente. Parece una música muy popular, que podemos recordar todas las líneas melódicas, que es muy fácil. Parece como una canción, pero detrás hay una composición muy complicada, de un genio. Está además toda la historia, la caracterización de todos los personajes junto con la música. Todo es obra de un genio.
¿Cómo la ha cambiado esta ópera como artista?
La conozco muy bien, es un papel increíble porque no se necesita solo cantar muy bien, sino actuar muy bien y tener una conexión con tus colegas, la orquesta o el público… Debe haber una conexión con el público para que la gente ame tu Carmen. Me gusta mostrar a este personaje con todos sus aspectos. Seguro desde mi debut con la Deutsche Oper he cambiado mi interpretación de Carmen, y también cambia con cada Don José con el que canto, porque tienes que adaptarlo con los otros personajes, con el coro, con toda esa energía que está en la escena. Es muy apasionante porque es un papel muy completo.
¿Cómo se siente con la actual producción de Richard Eyre en la MetOpera?
Me gusta mucho porque no se pelea con la historia, en ese sentido se dice que es tradicional, pero tiene mucha vida, con bailadores de flamenco. Me fascina que es una producción muy física, tienes que bailar todo el tiempo, moverte. Es muy física. Carmen es un ser humano lleno de vida y energía, y eso se traduce muy bien en la producción.
¿Cómo se adaptó con dos Don José esta temporada?
Es muy interesante porque pude ver que es algo muy diferente. No es tanto la producción lo que importa, sino más bien la relación entre Carmen y Don José. Tuve la suerte de contar con dos maravillosos tenores, primero Yonghoon Lee y ahora Roberto Alagna, pero tienen cualidades muy diferentes. Alagna es más físico, más latino. Y Yonghoon más como poeta. Ha sido muy interesante porque mi Carmen es muy diferente dependiendo de cuál tenor.
Siempre se relaciona a la gitana con la sensualidad y pasión, ¿qué más es Carmen?
Más que la sensualidad, que es algo subjetivo, para mí lo más importante de la Carmen, su mensaje, es su deseo de libertad. Todas las decisiones que toma son para quedarse libre, ella prefiere morir que estar controlada por un hombre o por la sociedad. En ella su fuego interior es su deseo de libertad. Es muy difícil aun hoy ser libre, porque siempre la cuestión de la libertad es muy difícil de defender en todo, en la sociedad, con tu marido o tu mujer.
¿Carmen ha sido el inicio o el clímax en su carrera?
Ciertamente es un inicio, en todas las casas de ópera fue mi debut. Ahora ya he cambiado de repertorio. Me gusta cantar cada año o dos la Carmen, es como encontrar a un viejo amigo para que nos digamos todo lo que ha pasado en estos últimos meses. Pero tengo muchos otros papeles, como la Dalila, la Amneris o el repertorio romántico, que es quizás mi predilecto. En dos temporadas vuelvo a la MetOpera con Dalila, me encanta ese papel.
¿Cuál es su personaje favorito como mezzo?
Canté hace unos cuatro años (2015) en el teatro Colón de Buenos Aires a la Charlotte del Werther. Me gustó mucho ese personaje, es muy raro porque cantaba tanto la Carmen que la gente me decía que para mí ese papel era fácil porque, me decían: “Tú eres Carmen”. Ciertamente no soy Carmen, soy más la Charlotte que la Carmen. Entonces, cuando canté la Charlotte era la primera vez para mí que tenía la sensación de haber entendido este papel, que todo el cuerpo, todo el corazón lo había entendido, y para mí fue muy natural.
Sin duda un papel por completo opuesto al de Carmen.
Sí. Pero cada vez que intentas dar una definición de Carmen te equivocas, es un error, porque no se puede explicar ni definir a Carmen; cada vez que lo haces reduces al personaje. Quizás en Carmen están todas las mujeres, también la Charlotte, una mujer más reservada, más profunda. Lo que es muy interesante en Carmen es que tú puedes elegir cuál lado o aspecto de la mujer quieres que el público o que Don José vea en la Carmen.