El representante de la UNESCO en México, Frédéric Vacheron, reconoció el papel jugado por nuestro país para abrir el reconocimiento a la gastronomía de distintas partes del mundo como parte de la identidad de los pueblos.
“México abrió las puertas de la UNESCO a las cocinas del mundo. Para la UNESCO el Patrimonio Cultural Inmaterial son todas aquellas tradiciones que se heredan de nuestros antepasados, que constantemente se recrean y se transmiten a las futuras generaciones: al ser inscrita en la lista de la UNESCO; la comunidad internacional reconoció que la cocina tradicional mexicana tiene un uso social, ritual y festivo, además de congregar conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y con otras tradiciones orales”.
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Durante una ceremonia conmemorativa por el décimo aniversario de la declaratoria de la Cocina tradicional mexicana en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, Vacheron recordó que si bien en la actualidad hay otras tradiciones culinarias que cuentan con ese reconocimiento, fue la primera internacionalmente y otras siguieron el consejo de México: sin su experiencia, sin sus pautas, no hubiera sido posible que vinieran las otras”.
“El reconocimiento de la UNESCO a la cocina tradicional mexicana es por representar un modelo cultural completo, que abarca toda la cadena alimentaria tradicional, desde la siembra hasta la cosecha, la preparación y el consumo; así quedó establecido en la primera oración de su declaratoria”, enfatizó el representante de la UNESCO.
Durante el Día Nacional de la Gastronomía Mexicana, en un acto encabezado por el titular de la Secretaría de Turismo, Miguel Torruco, Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura, informó que para marzo próximo estará abierto el Cencalli. La casa del maíz y la cultura alimentaria, en el Complejo Cultural Los Pinos, como una manera de valorar la importancia que tiene para la identidad de los mexicanos.
“La cocina mexicana es comunidad, es economía local y global. Es la mejor embajadora, es salud. Es memoria de aquel que migra. La cocina mexicana es, desde luego, esta imagen del turismo cultural… es canción, es literatura, es cine. Es cultura, por lo que nosotros, desde la Secretaría de Cultura la llamamos, cultura alimentaria”.
Artífice en la inscripción de la cocina tradicional mexicana en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, Gloria López Morales rememoró que fueron 11 años de trabajo y de intentos para lograr el objetivo, de la cual surgieron algunas consecuencias notables: en el mundo, las culturas culinarias y los sistemas alimentarios, fundamentales per se, ascendieron al rango de patrimonio cultural de la más alta valía.
“Las cocinas son vistas como parte de una cadena de valor que mueve el desarrollo sustentable como un motor potente e insustituible. Lo que pasó a partir de 2010 es que la toma de conciencia acerca del empoderamiento de comunidades y de los portadores y portadoras del patrimonio, en este caso, los pequeños productores, las cocineras tradicionales, ha sido un hecho contundente y generalizado”.
Lo más importante, destacó la presidenta del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana, no sólo fue el hecho de cocinar pensando en lo propio, en las raíces, sino también en la necesidad de ponernos al día, “porque la cocina es economía, pero también es educación y medioambiente, es el futuro para nuestros países”.
PCL