“¿Qué es la pintura? Su respuesta puede ser una pero sus formas son muchas, porque la respuesta puede ser tan vasta o tan rica que una vida no es suficiente para acabar de demostrarla. Yo he tenido el gozo de ir descubriendo mi alma en cada trazo, en cada forma, en cada color llamado a despertar una emoción. Esto no hubiera ocurrido sin la posibilidad de encontrar cada vez nuevos problemas que resolver, dificultades que superar para dar una forma más acabada a mi idea de la pintura”, esta reflexión de Rufino Arellanes Tamayo se escuchó como parte de su discurso de ingreso a El Colegio Nacional, el día 21 de mayo de 1991.
Semanas después de haber sido aceptado como miembro honorario, el artista oaxaqueño nacido el 25 de agosto de 1899, fallecería el 24 de junio de 1991. A 30 años de su partida, El Colegio Nacional dará a conocer el audio completo de ese discurso de ingreso, el cual fue restaurado por la Fonoteca Nacional.
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El arquitecto Felipe Leal, coordinador del homenaje que le rendirá El Colegio Nacional, el próximo lunes 28 de junio, dice a MILENIO que Rufino Tamayo fue uno de los artistas más relevante del siglo XX, cuyo lenguaje no solo marcó a la plástica universal, sino que sigue tan vigente, como sus palabras: “El artista, como cualquier ciudadano, debe participar vivamente en el desarrollo de la sociedad a la que pertenece. Su actividad, por particular que sea, no lo exime de sus compromisos sociales. Una de las mayores satisfacciones que he recibido de la pintura es la posibilidad de compartir con mis semejantes los bienes que ha traído a mi vida”.
Leal explica que Rufino Tamayo disfrutó esa ceremonia de ingreso a El Colegio Nacional, porque tenía años deseando ser parte de esta institución, por ello fue muy generoso al compartir: “Desde muy joven viví la disyuntiva entre seguir un camino marcado o buscarme a mí mismo en senderos desconocidos y tal vez de difícil acceso o frutos estériles. Preferí experimentar porque estaba convencido de que la ruta académica, la de reproducir con exactitud la realidad, no podía corresponder a la naturaleza del arte, que no consiste en mostrar la apariencia sino la esencia de las cosas”.
Precisa Leal que este homenaje a Rufino Tamayo. 30 aniversario luctuoso, fue organizado todavía por el artista Vicente Rojo, recientemente fallecido. Por lo que además de dar a conocer el audio original del discurso del artista, se realizará una mesa redonda, el 28 de junio a las 18:00 horas, en la que intervendrán: la investigadora Ingrid Suckaer; la crítica de arte y curadora Mónica López Velarde Estrada; Jaime Moreno Villarreal, así como el arquitecto, diseñador Fernando González Gortázar.
De igual forma, el académico Felipe Leal, quien será el moderador de la ese foro, cuyo sentido es revalorar al Tamayo que impulsó una tendencia en el arte mexicano, disertará sobre las contribuciones que hizo Rufino Tamayo a la obra mural.
En este encuentro las personas escuchar al pintor Rufino Tamayo decir que: “El encuentro de sí mismo al que debe aspirar todo artista en sus inicios nace entonces de la rebeldía, de la insatisfacción con lo dado y, sobre todo, con el destino que nos imponen la sociedad y los mayores. Se construye y se crea a riesgo de destruir lo que se hereda, lo que se ama”.
De última hora
A un día antes de que se conmemore el 30 aniversario luctuoso de Rufino Tamayo, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, emitió un comunicado para informar que, como parte de esta remembranza se realiza una revisión histórica del Centro de Documentación y el Archivo Tamayo, perteneciente a su familia, para ponerla a disposición del público a través de la página web del museo y de su programación.
En tanto que para el mes de octubre, una vez concluida la remodelación del Museo Tamayo y para conmemorar el 40 aniversario de su fundación, inaugurará la exposición Más allá de los árboles, la cual contará con cinco núcleos que se desplegarán en todo el recinto. Una de las secciones recuperará los acontecimientos en la vida y obra del pintor y muralista, más puntualmente 1979, año en que cumplió 80 años de vida.
Se destaca que las últimas décadas en la vida de Tamayo se vieron marcadas por importantes logros: en 1977 presentó una exposición en la Bienal de Sao Paulo. E 1979, a los 80 años, fue el centro de una gran muestra retrospectiva en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York; y en 1981, después de varios años de planeación, el Museo Tamayo abrió sus puertas.
El INBAL indica que el Archivo Tamayo resguarda la memoria documental del pintor. Que dicho acervo lo conformó su esposa Olga Tamayo, quien conservó notas de periódicos, documentos, grabaciones de audio, películas y fotografías. Hasta ahorita se han digitalizado 5 mil 371 fotografías personales, 5 mil 215 fotografías de obra, mil 826 periódicos, 35 revistas y 276 documentos.
nerc