El color del asesinato de Bee Larkham: novela de mil tonalidades

La sinestesia es uno de los temas que ofrece Sarah J. Harris en “El color del asesinato de Bee Larkham”, un desafío del que sale con buenos resultados narrativos.

El color del asesinato de Bee Larkham: novela de mil tonalidades
Israel Morales
Monterrey /

A sus 13 años, la vida para el protagonista de esta novela, Jasper, el mundo es de tonos distintos.

El padecimiento mental de asignar un color a las palabras, música, días de la semana, voces, la sinestesia, se adhiere a la ceguera facial, que es el impedimento de reconocer la cara de la gente.

De manera que todo cuanto asume Jasper obedece al círculo cromático y a la confusión, pues en este thriller, un asesinato lo lleva recorrer lugares que le dicen algo, y más si se trata de su vecina, una chica problemática que lo hará cuestionarse su pasado inmediato y un futuro con colores inquietantes, oscuros y dinámicos.

Sarah J. Harris ofrece en “El color del asesinato de Bee Larkham” (Lince), cómo la sinestesia y la ceguera facial ofrecen respuestas a un misterio envuelto en mil tonalidades.

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