'Colosio: el asesinato', la cinta que desafía la versión del asesino solitario

Carlos Bolado asegura que tras el asesinato del candidato presidencial del PRI, el país cayó en una espiral de violencia y cuenta cómo vivió el proceso de dirigir "Colosio: el asesinato".

Cartel de la película "Colosio: El asesinato" (2012), dirigida por Carlos Bolado.
Carlos Bolado, director de la película 'Colosio: el asesinato'
Natyelly Meneses
Ciudad de México /

Eran las diez de la noche del 23 de marzo de 1994 cuando don Toño, el velador de un edificio en la colonia Condesa, golpeó la puerta del cuarto de azotea donde Carlos Bolado editaba una película. El cineasta preguntó qué era tan urgente, cuando escuchó la fatal noticia: "¡Mataron a Colosio!".

"¡No mames! ¿Ahora qué va a pasar?", le dijo Bolado a Juan Carlos de Llaca, director de la cinta En el aire, que estaban editando.

A pocas horas de que Liébano Sáenz, jefe de prensa de la campaña de Colosio, anunciara ante las cámaras la muerte del candidato, Carlos Bolado, director y guionista, caminaba en círculo, fumaban un cigarro y pensaba que la vida en México estaba a punto de dar su giro más violento.

"Tuve la sensación de que iba a cambiar el país y ciertamente cambió hacia una espiral de violencia que ya había surgido con Salinas. Don Toño nos dijo eso y tuvimos la sensación de que todo iba a cambiar y empezó este gran desastre que es la narcopolítica y una serie de asesinatos", narra Bolado.

Bolado es el director de la película Colosio: el asesinato. Sentado en un sillón de una casona en San Ángel, donde filma una serie, el cineasta reitera su convicción de que el de Colosio fue un asesinato político. 

Su teoría, afirma, se basa en las contradictorias declaraciones del fiscal especial del caso, Miguel Montes García, quien dijo que "a Colosio no lo mató un loco, sino una conjura", de lo que luego se retractó.

"La hipótesis nos la dio el fiscal cuando nos dijo que había sido un asesinato en el que habían trabajado en contubernio una serie de sujetos y nos mostraba cómo los sujetos hablaban entre ellos. Luego esos sujetos, que estuvieron en la cárcel, salieron libres.


"Por eso el fiscal dijo que era un complot, luego se retractó de su dicho, cosa que puede inferir más sospechas, y a que hubo orden y dedazo desde arriba para tratar de evitarlo", afirma.

La cinta de Bolado desafía la versión oficial sobre que Mario Aburto Martínez fue el único autor material del homicidio de Colosio y plantea que hubo más de un Aburto.

Bolado manotea, se recarga en el sillón y se toca la cabeza mientras cuenta que en 1999, cinco años después del asesinato de Colosio, la empresa productora Altavista le presentó el guión "La Culebra", el primero en abordar aquel suceso.

"Fui uno de los directores que lo leyó, lo han de haber leído unos cinco directores. La primera vez que me los dieron a leer fue poco antes de que saliera el PRI del poder y llegara el gobierno de Fox", recuerda.

La película no se hizo, porque "no se sintió que era un buen momento. No teníamos apoyos, era un tema muy espinoso, complicado y la investigación seguía en curso".

"El guión me gustó. Pensé que era un proyecto muy interesante, pero pasaron mucho años para que se hiciera realidad", dijo.

Primero rodó las cintas Bajo California: el límite del tiempo; Promises; Solo Dios sabe y Tlatelolco, verano del 68, antes de que la productora Mónica Lozano le propusiera llevar al cine la historia del asesinato del candidato presidencial.

Un guión basado en más de 2 mil hojas del expediente del caso

Intriga, amor y más de diez muertes violentas entretejen el guión de Colosio: el asesinato, basado en las más de 2 mil páginas del informe de la investigación de la Procuraduría General de la República, documento que Bolado leyó íntegro, junto con Hugo Rodríguez y Miguel Necoechea, coautores del guión.

"Cuando se hizo una primera versión del guión que tuvo Altavista no existía ese informe, que fue vital para nosotros porque son las entrevistas con todos los sujetos que están vivos y que tuvieron algo que ver. El informe de la fiscalía es bastante bueno, lo que hace es que sí sigue todas las pistas.
"Yo me clavé mucho en hacer una investigación muy a fondo, como hago con todos mis proyectos, que yo quiero saber más que todo mundo y ser el experto mayor", explica.

Además del informe de la PGR, Bolado entrevistó a amigos y colaboradores cercanos a Colosio, quienes no quisieron que sus nombres se publicaran. De esas pláticas, Bolado supo que a Luis Donaldo Colosio le gustaba el arte mexicano, el rock, que jugaba squash por lo menos una vez a la semana y que "era un galán".

Sin embargo, el cineasta afirma que su película no es sobre la vida de Colosio, sino sobre un asesinato. Por ello se inspiró en el cine político italiano, de directores como Francesco Rosi y Paolo Sorrentino, ganador del Oscar a mejor película extranjera por La gran belleza.

Uno de los mayores retos en la filmación de la cinta fue reconstruir la escena que detona todo: el asesinato de Colosio en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana. Y es que, al inicio el rodaje, Bolado no tenía suficientes imágenes de archivo.

Con el tiempo encima para iniciar el rodaje, Carlos Bolado obtuvo un permiso para ver el material de una televisora. Sentado, sin pararse ni por un instante, revisó durante seis horas las imágenes de la cobertura de mitin y del asesinato de Colosio.

La escena de Lomas Taurinas se hizo con las imágenes que Bolado guardó en su memoria, pues no obtuvo copia de ese material.

"Fue hasta que ya estuvimos en el montaje que conseguí el material de stock, a través de MVS, que nos lo facilitaron".

Esos videos se reproducen en la película, pero solo a través de las televisiones, cuando, por ejemplo, Liébano Sáenz, vestido con un saco y una corbata oscuros, se enfrenta a las cámaras y micrófonos para decir que "a pesar de los esfuerzos que se realizaron, el señor licenciado Luis Donaldo Colosio, candidato del Partido Revolucionario Institucional, ha fallecido".

"Usé el material de stock sobre todo en los medios, porque fue un asunto que todo mundo se acuerda que la transmisión fue continua, en la radio, en la televisión".

La película retrata a varios personajes relacionados con el caso, pero los espectadores deben usar su intuición, pues ninguno lleva el nombre real.

Así, por ejemplo, El doctor, interpretado por Daniel Giménez Cacho, podría ser José María Córdoba Montoya, jefe de la oficina de la Presidencia durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

El actor Odiseo Bichir es El licenciado, quien en la película es asesinado a plena luz del día, igual que como mataron a José Francisco Ruiz Massieu, quien fuera secretario general del PRI. 

"Todo lo que nosotros pusimos en la película, en el fondo es una historia de ficción, no hice un documental, si hubiera hecho un documental, quizá sería más grave y tendrías que señalar a gentes y tendrías que dar la cara por eso. ¿Por qué no se pusieron los nombres?, porque lo que sigue es una llamada de un abogado y demandas por difamación".

"Nos mandaron mensajes de 'ya párenle'"

Carlos Bolado endurece el gesto cuando se le pregunta si durante la filmación de la película recibió amenazas. Enmudece por segundos, lo piensa con detenimiento y luego responde:

"Tuve prohibido mencionarlas y tengo prohibido mencionar lo que sé porque me dijeron que no podía decir. Sí nos mandaron dos mensajes. Uno de 'ya párenle', y otro de 'por qué se están metiendo en este asunto, dejen de estar chingando si no...'


"Nos mandaron dos mensajes por distintos medios y de distintas maneras, pero sí supimos de quién venían y que eran muy directos", dice.

Pese a ello la cinta llegó a las salas de cine del país para plantear, sin nombres ni apellidos, que atrás del asesinato hubo un complot, y para desdibujar también la figura de Mario Aburto como un asesino solitario.

El director cambia el tono de voz, parece más serio: "Lo que es muy claro es que hubo una pelea en el mismo partido, un partido hegemónico, que llevaba 70 años gobernando y en el que el poder del presidencialismo era enorme".

"La gente no debe olvidar la muerte de Colosio"

Un mes antes de las elecciones presidenciales de 2012, la cinta Colosio: el asesinato llegó a las salas de cine, mientras que las encuestas nacionales daban hasta 10 puntos de ventaja al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, sobre el de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

Carlos Bolado niega que el objetivo de su película fuera incidir en las decisiones de los ciudadanos.

"Queríamos crear conciencia, hacer olitas, tener un poco de dignidad y de ética y salir al frente y decir 'está mal', Estos señores son unos asesinos, ésta es la historia reciente de nuestro país, a pesar de que la televisión nos haya lavado el cerebro", afirma.

De lo que podemos estar seguros, afirma Bolado, es que en 1994 había una lucha interna en el PRI y "había grupos de poder que no dudaban en usar las armas y asesinar para tomar el poder, eso está muy marcado que en un mismo año mataron al candidato y al secretario general del partido y si eso no es una guerra civil en un partido, no sé qué es".


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