Comienza la Fiesta del Libro y la Rosa en versión virtual

Día Internacional del Libro

Jorge Volpi la inauguró, señalando que la lectura nos convierte en humanos y nos permite imaginar, resistir, frente a cualquier adversidad y ser permanente críticos.

Mariana Enríquez habló de “Distopías, terror y otras ficciones" (Especial).
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Con un llamado de Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, a vivir la situación excepcional en la que estamos en México y en el mundo con la compañía de los libros, ya sea en formato impreso o en digital, se iniciaron las actividades de la Fiesta del Libro y la Rosa que, ahora se tienen que desarrollar de forma virtual.

“Es así que queremos celebrar el libro y poner a disposición de quienes nos escuchan y observan una gran cantidad de actividades que intenta mostrar cómo, a través de la lectura, siempre hemos podido escapar del encierro: la manera como la lectura nos convierte en humanos y nos permite imaginar, resistir, frente a cualquier adversidad y ser permanente críticos”.

Durante su breve intervención para dar por inaugurada la Fiesta, el escritor recordó que Shakespeare y Cervantes vivieron épocas de encierro como la que estamos viviendo nosotros: Cervantes fue prisionero cinco años en Argel, intentó escapar varias veces y “quizás ahí fraguó muchas de las ideas que los llevarían a escribir El Quijote. Y Shakespeare tuvo que refugiarse de la peste, probablemente así surgió El rey Lear”.

La Fiesta del Libro y la Rosa de la UNAM se vuelve virtual

En la primera actividad, Alejandra Amatto y Mariana Enríquez sostuvieron una conversación acerca del tema “Distopías, terror y otras ficciones”, en la cual la autora de títulos como Las cosas que perdimos en el fuego o Nuestra parte de noche, aseguró que pedirle a una persona, sin importante a lo que se dedique, que reflexione sobre el tiempo que vivimos siempre es un problema.

“Me parece que, en el momento del trauma, pedirle a una persona, sea alguien que trabaje en lo creativo, como puede ser un escritor, cuando tiene que resolver cosas en lo cotidiano… pedirle que pueda producir pensamiento es mucho. Esto no quiere decir que no haya gente que lo pueda hacer, el problema es la idea de la productividad, sobre todo aplicado al escritor o al artista: que el artista tenga que dar respuesta o tenga que interpretar la realidad, cuando no es eso lo que hace”, resaltó Mariana Enríquez.

Desde su perspectiva, el artista hace lo contrario a ofrecer respuestas, más bien se plantea preguntas en general, por lo cual pedirle a alguien respuesta cuando trabaja de hacer preguntas “es muy peligroso para la mente de la propia persona”.

“La idea de producir pensamiento, conversación, al escritor diciéndole que la cuarentena le puede venir re bien para escribir: pero cómo nos va a venir bien para escribir si estoy escuchando las ambulancias, mi mamá me llama por teléfono porque no puede pagar por teléfono un servicio. No estamos desconectados de la realidad y eso es lo que nos hace artistas”.

Mariana Enríquez se dice convencida de que resulta mucho más peligroso el personaje que, desde la torre de marfil, puede decir “yo pienso tal cosa”, porque lo primero que refleja es que está desconectado de la realidad y, probablemente, “sea una desconexión relacionada con la desconexión de clase, que la cuarentena no lo afecta porque tiene su vida resuelta”.

Las actividades de la Fiesta del Libro y la Rosa se llevarán a cabo a lo largo de este jueves, prácticamente hasta las 10 de la noche, donde también hay un programa denominado “Lecturas para sobrevivir”, una serie de cápsulas que se van a transmitir entre las conversaciones transmitidas en el canal en YouTube de LibrosUNAM.

vmb


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