La casa donde vivió el artista David Alfaro Siqueiros en Polanco y que donó junto con todo su legado artístico y documental al pueblo de México, fue sometida a una restauración integral, pues requería de una renovación profunda, reconoció Lucina Jiménez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Jiménez recordó que un día llegó a su oficina Willy Kautz Feriani, director de la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), con un expediente con decenas de hojas en las que se exponían los requerimientos y necesidades del espacio.
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Indicó que tenía años que la casa no era intervenida, por lo que era necesario realizar una restauración que contemplara desde la renovación de la instalación eléctrica, un sistema contra incendios, hasta la solución de los problemas de humedad ya que el acervo se encontraba encima de una cisterna.
Por lo que “no se trató de una intervención cosmética, por arriba, fue una restauración a fondo”, dijo Jiménez.
Luego de 15 meses de trabajos de renovación, y con un presupuesto de 24 millones, se concluyó la intervención al inmueble con la readecuación de una bóveda climatizada para el acervo documental, así como la renovación del mobiliario de conservación e instalaciones de control de temperatura y humedad para los acervos plástico y documental. Y a partir del lunes regresará al inmueble todo el acervo que se trasladó de manera momentánea al Centro Cultural Los Pinos.
Foto: Leticia Sánchez Medel
El siguiente paso, detalló Willy Kautz Feriani, director de la SAPS, será diagnosticar e inventariar el acervo, que comprende 356 obras del acervo plástico y más de 80 mil documentos.
“Además de reorganización de nuestra memoria colectiva, misma que, además de abarcar la vida y obra de Siqueiros, son también documentos que abren múltiples rutas para investigar la historia sociocultural y política desde el México posrevolucionario hasta la década de los setenta del siglo pasado. Por lo tanto, la reorganización de los acervos nos exige también, repensar los programas del museo en un entorno cambiante impulsado por el proyecto Chapultepec Naturaleza y Cultura, pero siempre en función de la vocación del museo, es decir, la reflexión sobre lo público”.
Reconocimiento a Angélica Arenal
La directora del INBAL, frente al retrato Angélica Arenal, destacó que en esta reapertura de la Sala de Arte Público Siqueiros se le rinde un reconocimiento a quien fuera la esposa del muralista, ya que gracias a ella se abrió este espacio el cual dirigió de 1974 a 1988.
Willy Kautz Feriani, director de la SAPS destacó que Angélica Arenal estaba presente en esta reapertura a través del retrato que le realizara Siqueiros en 1947.
“Como compañera del muralista, hoy debemos reconocer que la pervivencia del acervo documental no hubiera sido posible sin el épico esfuerzo de Angélica Arenal, quien también fuera la directora de la Sala de Arte Público de tras el fallecimiento de Angélica Arenal, el museo se integró a los espacios museísticos que hoy conforman la Red de Museos del INBAL”.
Foto: Leticia Sánchez Medel
La reapertura de la Sala
El director de la SAPS manifestó que el museo reabre sus puertas con la exposición de su Colección Permanente, conformada por tres cuerpos murales: Proyecto para una escuela en el Estado de México y Homenaje a Vietnam, realizados por Siqueiros entre 1971 y 1973, en este espacio que fuera su residencia y la de su familia, y que abriera sus puertas al público en 1969.
Asimismo, precisó que el mural Trazos de composición espacial, marcha de la humanidad hacia el cosmos, tuvo que llevarse al Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) para su restauración.
Explicó el director de la Sala de Arte Público Siqueiros que Trazos de composición espacial, marcha de la humanidad hacia el cosmos, realizado entre 1971 y 1973, fue atendido por el problema de humedad que tenía el muro que colinda con la casa de al lado.
“Se creó una contra barda que protege la humedad, con una capa de protección y una pared especial para poder recolocar el mural y garantizar que no haya problemas de humedad”.
Foto: Leticia Sánchez Medel
Luego de la reapertura del museo, este espacio, añadió, empezará a recibir al público a partir del 18 de agosto, y lo hará con una serie de exposiciones temporales que incluye un proyecto de la artista y escritora, Verónica Gerber, cuya propuesta parte del guion -inconcluso- que escribiera durante su reclusión en Lecumberri en los años 1960-64, titulado Brasa Viva, mismo que Gerber propone concluir y llevar a cabo como una puesta en escena de 7 funciones aquí en el Patio del mural.
Por otro lado, informó que también se llevará a cabo la segunda fase de las intervenciones pictóricas que se realizaron sobre los tapiales, una colaboración entre los artistas Roberto Turnbull y Agustín González, quienes, a partir del procedimiento del reensamblaje, proponen un ejercicio pictórico experimental para el Cubo, titulado Nebulosa, en el marco de nuestro programa: Murales para un cubo blanco.