Lourdes Bernal es ahora directora del Teatro Isauro Martínez, uno de los recintos escénicos más importantes a escala nacional por su belleza, con protección del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. Sin embargo su amor por el arte lo descubrió a temprana edad. El diseño de interiores le llamaba poderosamente la atención y fue así como se adentró en el mundo de las artes plásticas.
¿Cuáles son tus aficiones, qué querías ser de niña?
Mira a mí sí me gusta cocinar, sí, sí me gusta, y yo de niña decía que iba a ser médico.
¿Hay médicos en tu familia?
No, ninguno. Pero mi parte creativa se impone y resulta que me gusta el diseño de interiores, lograr espacios armónicos. El arte es mi pasión, ahora me dedico más al arte y antes fue el diseño.
Sabemos que vendes arte y de niño nadie se plantea eso. ¿Cómo fue este encuentro?
Mi encuentro con el arte fue raro, fíjate, qué chistoso, yo empecé como comprador, como consumidora de arte. Estuve dos años con Marcela López haciendo textil y de ahí me fui relacionando con diferentes artistas. Después hice intercambio con otros estados, con Aguascalientes y Zacatecas, y me fui relacionando poco a poco; yo llevándome obra de Laguneros porque primero comencé como compradora y luego comencé a mover la obra de ellos, entonces me los llevé a otros estados y me traje de regreso la obra de gente de esos estados. Después tuve la oportunidad de abrir una galería en lo que fue el hotel Fiesta Inn hace veinte o veintiún años y se me abrió el horizonte porque un artista me llevó a otro y otro y entonces se crearon grandes relaciones, aparte de lo laboral, también de amistad con galeristas de Guadalajara, de Ciudad de México y entonces pude representar a grandes maestros.
La relación que construyó Bernal con el Teatro Isauro Martínez de igual manera es sólida y a través de la Galería Scénic, en la cual es directora, ha podido dotar a la Galería de Arte Contemporáneo de grandes exposiciones, tanto individuales como colectivas, de artistas de gran calidad.
¿Cuál es tu artista plástico favorito?
Híjole, hay muchos pero dos que me apasionan son Rufino Tamayo y Ricardo Martínez. Para el año que entra podríamos tener una exposición de Ricardo Martínez en nuestra galería.
¿Qué estás leyendo ahora?
Estoy leyendo un libro que se llama El Ruiseñor (Kristin Hannah) que habla precisamente de una pieza de arte que se pierde en un atentado ocurrido en un museo.
¿Te gusta bailar?
No se me da. Tengo dos pies izquierdos, pero me gusta manejar en carretera porque me relaja y da un momento para que te encuentres. Soy muy familiar, me encantan las reuniones de amigos en casa. Y en la música me gusta de todo, menos la grupera y el reggaeton.
¿Cuál es tu ciudad favorita?
De lo que conozco hasta ahora yo creo que puede ser Barcelona, es una ciudad donde respiras arte por todos lados y creo que es una ciudad a donde yo me podría ir a vivir aunque si fuera por lo histórico y por lo que conozco creo que sería Estambul o Roma pero más por lo que significa históricamente. Pero la región donde vivimos tiene un atractivo grande y esa es su gente, porque climáticamente a todo te adaptas, pero lo que hace a las ciudades son las personas y eso es lo que me encanta de Torreón, yo estoy feliz aquí. Me encanta la Ciudad de México por el clima y porque te ofrece todo, y aquí es otro tipo de paisaje y otro tipo de cosas pero me encanta la contemplación de la naturaleza aunque soy más de asfalto. No me quejo, soy una persona muy bendecida, tengo amigos maravillosos y tengo una familia estable y súper unida, sin descartar que tengo un trabajo que me encanta y que estoy descubriendo, donde se amplía la panorámica cultural.
CALE