Ascanio Pignatelli Aragona Cortés, uno de los descendientes de Hernán Cortés, pide disculpas por las atrocidades y abusos cometidos durante el desarrollo de la Conquista por su muy distante ancestro.
“Sí, pido perdón por todo lo sucedido", lamenta el historiador, en el marco de los 500 años del encuentro entre Hernán Cortés y Moctezuma, y a unas semanas de que el presidente Andrés Manuel López Obrador exigiera al rey de España y al Papa Francisco, disculpas a México por los abusos y exterminio cometidos contra los pueblos originarios durante la Conquista.
MILENIO acompañó a Pignatelli Aragona Cortés a la Puerta del Perdón del ex Convento de San Grabiel, en Cholula, templo que fue erigido sobre la pirámide de Quetzalcoatl, donde su ancestro encabezó la mayor masacre del inicio de la Conquista.
En ese lugar, el 19 de octubre de 1519, Cortés asesinó, junto con los totonacas y tlaxcaltecas, a más de 5 mil indígenas cholultecas indefensos, convirtiendo a este sitio en un río de sangre.
Reflexivo, Aragona Cortés lamentó los abusos. “Sé que es una Conquista y creo que Cortés fue más que conquistador, fue un transformador y sé que aquí hay mucho sufrimiento, mucho dolor, pero veamos el país que tenemos, es muy lindo y por eso soy feliz. Como todas las tragedias tenemos la oportunidad de sufrir, pero necesitamos cortar el dolor y pedir perdón”, dijo.
Está en México invitado por el documentalista Miguel Gleason, quien está filmando El reencuentro, 500 años Moctezuma y Cortés, por lo que se ha dado a la tarea de recorrer la ruta que, hace cinco siglos, tomó Hernán Cortés desde la Villa Rica de la Veracruz hasta la Gran Tenochtitlán.
En su estancia ha decidido aprovechar para conocer la historia de México. En entrevista con MILENIO, Ascanio indica que es sucesor de Cortés en la generación número XVI, nacido en Roma, Italia. Precisa que también en su familia hay sangre de reyes, incluso del Papa Inocencio XII, así como de muchos santos, cardenales y otros jerarcas de la Iglesia Católica.
“Así que Hernán Cortés es uno de muchos para mí, pero siempre me he sentido identificado con él porque fue un aventurero como yo. Desde niño me gustó saber que dejó España para ir en busca de otro mundo y, en eso estamos iguales, a mí también me gusta explorar”, agregó.
Según el árbol genealógico que ha reconstruido sobre su familia, la descendencia de Cortés se unió con su familia italiana, que estableció lazos con Aragona y después con Pignatelli, y por eso es que todos sus títulos reales y de nobleza tanto de Cortés como de Aragona llegaron a su familia.
No obstante, de la nobleza ya no queda más que el recuerdo. “Hace 150 años, uno de mis parientes vendió el título nobiliario por mucho dinero, no sabemos quién tiene el documento que reconoce a Cortés como Marqués Del Valle de Oaxaca, es el más famoso y no lo tenemos en la familia”, detalló.
El perdón
Cuando una persona cometía una falta dentro del ritual católico no podía entrar por la puerta principal de la iglesia, del Ex Convento de San Gabriel, de la ciudad de Cholula, entonces lo hacía por la puerta lateral, la Puerta del perdón, y fue por ahí por donde el descendiente de Cortés, ingresó al templo para expiar los acontecimientos sangrientos que están registrados en el Códice Tlaxcala.
Aseguró que tiene mucho de su ancestro: “Porque soy aventurero y un poco loco, soy muy similar a Cortés, incluso en el cabello, aunque sin barba. No tengo casa, siempre estoy viajando, tengo una camioneta, vivo siempre buscando la aventura, llegué a Estados Unidos para estudiar la universidad hace algunos años”, indicó.
Como parte de la Ruta de Hernán Cortés, Ascanio visitó en Veracruz la tumba de Doña Ángela Cortés y Arellano, bisnieta de Hernán Cortés, en el Recinto de la Reforma.
Comparte que es entrenador: “Trabajo con la gente que quiere optimizar su vida y crecer para ser más feliz, le ayudo a buscar su misión en la vida. Para aumentar la energía, lo que hago es ayudar a maximizar la energía anabólica y minimizar a energía negativa, la catabólica”.
Al caminar por Cholula se encuentra con un vendedor de hamacas, atraído frena su paso para verlas, pregunta el precio, el joven artesano le contesta que cuestan 200 pesos. Ascanio hace la conversión a dólares y al comprobar que apenas son 10 dólares, decide comprar no una, sino dos hamacas, que no sabe cómo se llevará en el avión de regreso a California, en Estados Unidos.
El próximo 8 de noviembre, Ascanio protagonizará el reencuentro con Federico Acosta, descendiente de Moctezuma, promovido por el documentalista Miguel Gleason de El reencuentro, 500 años Moctezuma y Cortés. La finalidad es rememorar ese momento que tuvo lugar en la esquina de las calles de Pino Suárez y República de El Salvador, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
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