Consejo Ciudadano; aliado de la comunidad LGBTTTIQ+

En el marco del Día internacional contra la homofobia, transfobia y bifobia, el presidente del Consejo Ciudadano de Ciudad de México, Salvador Guerrero Chiprés presentó los 12,700 reportes se realizaron en los tres primeros años de la línea telefónica de apoyo “Diversidad Segura”, una herramienta cuya función principal es acercar a personas que forman parte de la comunidad LGBTTTIQ+ a sus derechos fundamentales.

Según estos reportes, la línea “Diversidad Segura” ha registrado un aumento importante en usuarios entre los 26 y 40 años, los cuales representan un 63.5% del total. Guerrero Chiprés compartió que en 2020, año de su creación, se apoyó a un total de 291 personas, al año siguiente el número ya había llegado a 990 y para 2022 el reporte final fue de 1032 personas que recibieron apoyo.

En lo que va de 2023 el número de usuarios de “Diversidad Segura” ya llegó a las 399 personas. Es por eso que, a través del reporte de estas cifras, Salvador Guerrero Chiprés busca compartir el grado de efectividad de esta herramienta y los beneficios que aporta a la democracia la inclusión global de todos los individuos mexicanos.

“La vida democrática se enriquece reconociendo la necesidad de diálogo y empatía para quienes somos de la población y comunidad que no es heteronormada”, comenzó.

“Lo que nosotros pusimos a disposición de las poblaciones y comunidades de la diversidad sexual es una línea nacional: Diversidad segura. No hay algo semejante en México, no había. Es funcional, clara, sencilla y que acerca a los usuarios a la posibilidad de acceso a derechos y también a la atención psicoemocional. Funciona 24/7 para todo el país desde Ciudad de México y yo mismo presenté un reporte en el gabinete de seguridad que encabeza la doctora Claudia Sheinbaum”.

En cuanto a este reporte, se encontró que el 63.5% de los usuarios apoyados durante los tres primeros años de la línea “Diversidad Segura” corresponden a personas entre los 18 y 25 años. Asimismo, 44% del total se identifica como gay; 24% como lesbiana; 10.9% bisexual; 9.2% como transgénero y 6.1% transsexual. Esta segmentación nos facilita comprender las necesidades de los diferentes grupos y la forma en que la línea de apoyo ha colaborado en pro de su bienestar.

“Lo que reportan la mayor parte de las comunidades es la necesidad de contención psicoemocional, esto es el 72%. El 16% busca una guía jurídica o asesoría para algunos temas relacionados con la intervención de las autoridades respecto a presuntos delitos, y el 11% de quienes llaman están comunicando la necesidad de atención jurídica y guía psicológica. Por género puedo decir que el 55% son mujeres y 45% son hombres”, comparte el presidente del Consejo Ciudadano.

Enfatizando la necesidad de una participación social generalizada en temas de diversidad y lucha contra la bifobia, homofobia y transfobia, ¿a qué primeras conclusiones se han llegado en relación al análisis de la cooperación pública?

“Primero que nada hay que señalar que en la sociedad mexicana en este momento se pueden apreciar, cuando menos, tres tendencias. Una, que hipócritamente quieren usar el lenguaje de la comunidad, de la diversidad, de la población de todos los demás, como si fuera propio, aunque íntimamente — ni programática, ni ideológicamente —estén de acuerdo. Hay una parte hipócrita del discurso político que se refiere y habla en relación a sus vocabularios, su agenda y sus principios”.

“Hay un segundo segmento que está pendiente, distante o no, del debate y que simple y sencillamente se siente como espectador a los cambios que se están operando en la sociedad mexicana, incluyendo la visibilización de las diversidades. Y hay un tercer sector que está plenamente consciente de que se enriquece la vida democrática del país – incluidos los centros suburbanos y rurales, que es donde hay más exclusión, percibimos nosotros – ese enriquecimiento democrático los incluye. Están esas tres esferas desde donde se advierte cuál es el comportamiento general del fenómeno que está significando al visibilización de las comunidades a las que nos estamos refiriendo […] Además, no hay ningún otro gabinete, lo aseguro, en todo el país, que haya reportado hoy los gastos de ese compromiso de quienes pertenecemos a esa tercera forma de mirar la realidad”, aseguró.

El Consejo Ciudadano compartió estos datos como parte de su campaña de apoyo a la visibilización de la diversidad y reforzó su compromiso con la ciudadanía a través de “Diversidad Segura”, servicio al cual se puede acceder a través de la página oficial en línea del Consejo Ciudadano (consejociudadanomx.org).

“Sí hay instrumentos para contribuir a desmontar la idea y el prejuicio de que no se puede responder o que hay demasiadas resistencias que están en acción. Sí hay instrumentos y el Consejo Ciudadano forma parte de aquellos que proveen esos instrumentos. Estos datos nos permiten comunicar algo que le inquieta a las comunidades que han sido afectadas por homofobia, transfobia y bifobia, a propósito del día internacional contra esos comportamientos”, añadió Guerrero Chiprés.

El ‘TRANSViolentómetro’

La población trans en México (la cual equivale al 34,8% del total de la población LGBTTTIQ+ en el país, según el INEGI) es uno de los segmentos sociales más afectados en la actualidad, tanto en la percepción pública, como en la facilidad del acceso a sus derechos. Es por eso que el año pasado, el Consejo Ciudadano, aunado a su campaña de visibilización, desarrolló el “TRANSViolentómetro”, una herramienta sencilla, fácil de seguir, que representa conceptualmente 24 niveles de agresión, desde la burla hasta el transfeminicidio, el cual cumple su primer aniversario.

“Desde hace poco más de tres años que abrimos esta línea (Diversidad Segura) encontramos que había muchísima información nuestra que podía enriquecer algo que ya había hecho el politécnico con el violentómetro para mujeres. Y hablando con personas de las diversas poblaciones y comunidades encontramos que era oportuno sugerir ese ‘TRANSViolentómetro’. Y el concepto central es gradualmente contribuir a la visibilización de las vulnerabilidades o de las asechanzas, o emboscadas, alrededor de la bisexualidad, de la transexualidad y de la homosexualidad”, explicó Salvador Guerrero.

“Lo que planteamos en primer lugar es que la negación de la identidad del otro, de la otra y del otre contribuye a la impunidad al respecto de los delitos que contra ellos se dirigen, que ellos registran y reportan. La negación de la identidad de los otros, los diferentes, es la negación de la posibilidad de ampliar los límites democráticos de la sociedad mexicana”.

La visibilidad y el apoyo del entretenimiento

Dentro de los vehículos ideológicos que pueden socorrer a la lucha por la visibilidad y la aceptación del espectro de la identidad sexual, el entretenimiento aparece como uno de los más importantes. A lo largo del tiempo los productos de entretenimiento han acercado al público los procesos empáticos que aparecen como aliados de la diversidad.

Es por eso que Salvador Guerrero Chiprés también lo destaca como una herramienta fundamental de la lucha, especialmente para todos aquellos que desde el lado creativo, productivo y artístico quieren contribuir a la visibilidad y aceptación.

“El papel del entretenimiento, si te refieres a quienes lo proveen, lo producen, lo distribuyen, es absolutamente central porque contribuye a una modificación de las fronteras del ámbito cultural desde donde se representan las diferencias”.

“Curiosamente, hay quienes critican la supuesta sobrerrepresentación de los no-heteroexuales en la industria cultural. Nosotros creemos que esa supuesta sobrerrepresentación está contribuyendo a hacer visibles todas las voces que no son visibles en sus entornos o que todavía no se atreven a ser visibilizadas. Así que, desde un punto de vista amplio, la industria cultural debe permanecer ampliando la posibilidad de representarlos, representarles, a todos para que sea evidente cuál es la relevancia que supone la participación de todas y todos en lo que está ocurriendo en el país”, terminó.