Con una investigación histórica que rescata del olvido a la caricatura mexicana del siglo XIX, el curador Agustín Sánchez González presenta este trabajo en una exposición en el Centro Cultural Cinematográfico México, en el Consulado General de México en Los Ángeles, California, en Estados Unidos.
La exhibición se conforma por 35 caricaturas representativas de las 65 que se preservan en el acervo de la Colección de la Fundación Rancho la Cordillera, perteneciente a la familia Dentzel en Northridge, California.
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La muestra es una oportunidad para admirar muchas de las caricaturas que por el paso del tiempo se han perdido, dice a MILENIO el investigador de la caricatura Agustín Sánchez González.
“Una de las verdades más terribles para la memoria del mundo, es la desaparición de las imágenes producidas por el hombre. Este es uno de los grandes aciertos de la colección que presentamos y que tenemos la suerte de mirar”, asegura.
Para Sánchez González, quien ha logrado realizar un recuento histórico desde sus orígenes de la caricatura, y especialmente del siglo XIX, la caricatura es un fenómeno cultural y social, reflejo del acontecer.
En la búsqueda del conocimiento de esta arte, plantea que el humor y la caricatura, oficialmente aparece en la prensa del siglo XIX, como reporte de ese momento histórico, en 1826 en el periódico El Iris, se publicó la primera caricatura llamada “La tiranía”, atribuida a Claudio Linati.
“Esas grandes ilustraciones nos dicen, nos revelan de quién o de quiénes se reían en aquellos años”.
En opinión del autor de los libros: Los humoristas gráficos y el exilio en México y Crímenes y horrores en el México del siglo XIX, entre una veintena más, “el XIX es el siglo de la democratización de la imagen, ya que por medio de la litografía se pudo reproducir y distribuir de forma masiva”.
El historiador formado en la Universidad Nacional Autónoma de México asegura que el humor se toma poco en serio, aun cuando permite entender el presente y el pasado, debido a que es un medio para visualizar la realidad.
El Premio Nacional de Periodismo Cultural René Avilés Fabila 2019 e investigador del Centro Nacional de Investigación Documentación e Información de las Artes Plásticas (Cenidiap) expone que toda caricatura debería ser crítica, inteligente y entendible para cualquier persona.
En la exhibición La caricatura mexicana del siglo XIX destacará ese “momento histórico de gran libertad, capaz de desacralizar y criticar sin temor al poder”, dice el investigador.
En especial se refiere a Santiago Hernández: “quien fue el mejor caricaturista de su tiempo, en la época de oro de la caricatura en México, esa en la que abundaron las publicaciones de humor gráfico y estampadas en litografía, de gran valor estético, político y cultural. Dicho periodo correspondió justamente a los años en que fue presidente Benito Juárez”.
El especialista refiere que Santiago Hernández fue uno de los Niños Héroes, ya que defendió el Castillo de Chapultepec de la invasión estadunidense de 1847. Con el paso del tiempo se dedicó a la litografía y a la caricatura. No obstante su simpatía política por Benito Juárez, nunca se subordinó y ejerció plenamente la crítica política.
La exposición La caricatura mexicana del siglo XIX compartirá con los espectadores los cartones que ofrecen una lectura de la historia de México y que aparecieron en publicaciones como La Orquesta (1861), El Palo de Ciego (1862), San Baltasar (1869), El Padre Cobos (1869), Juan Diego (1872) y El Cascabel (1876).
PCL