José Luis Soberanes: debemos pasar de la confrontación a la fraternidad ante pandemia

José Luis Soberanes Fernández es profesor de la Facultad de Derecho e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, que dirigió entre 1990 y 1998; investigador nacional nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores, fue presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos entre 1999 y 2009.

En entrevista, entre otras cosas, habla de la emergencia sanitaria provocada por el covid-19, ante la cual, afirma, el gobierno pudo declarar la suspensión de derechos humanos contemplada en el artículo 29 constitucional para “no actuar en anarquía”.

¿Cree que las medidas de confinamiento llegaron tarde?, ¿Legalmente están bien implementadas?

Solo el tiempo nos lo dirá porque muchas personas piensan que se debieron haber implementado antes, hay otros que piensan que no. Opino que la gente ha respondido con mucha seriedad y responsabilidad al quedarse en sus casas, el problema es el tema de derechos humanos.

Existen en nuestro país derechos reconocidos por la Constitución y los tratados internacionales que se tienen que atender, como el libre tránsito, la libertad de comercio y la libertad profesional. En este sentido creo que el gobierno debió declarar la suspensión de derechos humanos que se contempla en la Constitución en el artículo 29.

En los 102 años de la Constitución, solamente se ha dado en nuestro país la suspensión en la época de la Segunda Guerra Mundial, nuestros gobiernos le tienen mucho miedo a esta instrucción pues da la idea de que estamos próximos a una guerra, y ahora mismo no se ha dado esta suspensión.

¿Hubiera sido ideal para evitar contagios?

Como jurista considero que se debió haber recurrido al artículo 29. Por ejemplo, el gobernador de Jalisco dijo que en su estado el confinamiento iba a ser total, pero él no tiene facultades para ordenarlo. El de Michoacán dijo lo mismo, pero ambos están violando derechos humanos porque están quitando la libertad de tránsito o la libertad de comercio y aún no hay una declaratoria de suspensión de derechos humanos, por lo cual es una situación anómala lo que sucede en esas dos entidades.

La suspensión de derechos, ¿no significa un estado de excepción?

Al contrario, precisamente es para no actuar en la anarquía, todo debe estar muy bien regulado para que si se tiene que suspender algún derecho humano sea por un tiempo y espacio determinados.

La salud es un derecho elemental, ¿cómo estamos en ese tema?

En el sector salud del país se carecen de los insumos, hubo protestas de profesionales de la salud por la falta de ellos, en este sentido, desde hace mucho tiempo, existe una crítica seria y sólida contra de la falta de elementos con los que debe trabajar el sector salud.

Recordemos el caso de los medicamentos de los niños con cáncer, el gobierno se metió en un tema sin conocerlo y ahora con esta pandemia (el problema) se ha agudizado y quizá en las siguientes semanas crezca aún más.

¿Qué características y valores tendríamos que asumir durante esta emergencia sanitaria?

Una característica que se tiene desde la época prehispánica es la solidaridad, las personas en general, y sobre todo aquellas más sencillas, son tremendamente solidarias con los que no tienen.

En México la gente no se muere de hambre porque no falta el vecino que apoye y eso ayuda a que todos sigamos adelante. La idea de la solidaridad social es algo que el gobierno debe alentar —inclusive el mismo gobierno debe ser más solidario.

¿Existe esa solidaridad por parte de la iniciativa privada hacia los sectores más humildes?

No podemos generalizar, hay empresarios que se han mostrado solidarios al sostener el sueldo a sus trabajadores, pero también hay aquellos que los han dejado que se rasquen con sus propias uñas.

¿Cree que debemos recuperar la solidaridad mostrada durante los sismos de 1985 y 2017?

Por supuesto. Todos somos miembros de una gran familia, la familia mexicana, y no son palabras demagógicas.

¿Hacia dónde debe dirigirse México cuando termine esta pandemia?

De las críticas que se han hecho al gobierno federal y a los estados, algunas tienen razón pero otras no la tienen. Habría que hacer un gran estado de conciencia para ver qué se está haciendo bien y que no, para que se corrija. Debemos superar la etapa de confrontación, esta visión maniquea de la sociedad a nadie le conviene y solo hace daño, debemos tener claro que todos somos parte de una familia.

¿Qué opina de los signos de esperanza y coraje que se muestran en los medios y las redes sociales del personal de salud, de las grandes empresas que convierten sus firmas para hacer insumos sanitarios?

Todo eso está muy bien, pero insisto que esto debe ser el principio de algo más ambicioso. Esto pasará en semanas o meses, pero nosotros continuaremos con nuestras necesidades y encontraremos una sociedad muy golpeada. Todas esas personas que perdieron su trabajo en algún momento deberán recuperarlo y debemos de pensar en algo a largo plazo.

¿Debe exisitir una visión conjuta de país para salir adelante?

Si vemos los medios en México, sobre todo los escritos, hay pensadores que dan sus buenas ideas y se les debe de tomar en serio. En ese sentido los medios nos están dando pistas para ver por dónde seguir.

¿Cree que se necesite una renovación moral?

Desgraciadamente se ha abusado del término moral, pero creo sí se requeriría en ese sentido para buscar los valores morales y éticos de nuestra sociedad.

¿Ve un resurgimiento de los partidos políticos?

Al contrario, gran parte de la crisis política que hay en este momento es que no tenemos partidos. Los llamados partidos de oposición son más bien como de mentiras, hoy en día quién va a creer en el PRI o el PRD que son los más desprestigiados. En general no hay una oposición fuerte y nos hace mucha falta, sobre todo cuando el año que entra tenemos elecciones federales.

¿Qué esperaría de México en las próximas fases de la emergencia?

Esperaría de México y de los mexicanos que revisáramos cómo nos estamos comportando en la actualidad. Cómo este golpeteo al cual estamos sometidos como sociedad debemos superarlo, no debemos estarnos golpeando unos contra otros, no es un ring de box. Debemos terminar con el ambiente de confrontación para pasar a uno de fraternidad.

(Sugiero poner una foto de muestras de apoyo afuera de hospitales en México, en particular de personal médico)

¿Se deberá de romper con el discurso político?

El discurso político ya está muy rebasado, ya nadie cree en el gobierno. Ojalá que esta pandemia nos ayude para superarnos y podamos ser mejores.