La escasez del agua es la problemática que se ha intentado resolver durante cinco años en el ejido Los Pajaritos, una solución que está en manos de la comisaría y que se resolvería a través de una firma (o un sello), y que pondría fin a la sequía del pueblo. La solución, aparentemente sencilla, desencadenará una situación compleja porque mostrará algo más: la corrupción de un sistema retorcido y burocrático.
La historia se desarrolla en la puesta en escena Corruptocracia, una obra escrita por Felipe Villarreal y que fue galardonada con el Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido 2016, galardón que otorga la Universidad Autónoma de Nuevo León junto a la Universidad Veracruzana.
- Te recomendamos Obra '¡La que hubiera amado tanto!' se presentará en el Teatro Garibay Cultura
La situación no pierde vigencia con el paso del tiempo, pues hay que recordar que en 2022 Monterrey vivió un episodio de escasez de agua. “Es algo que nos sorprendió a nosotros. La obra está escrita y editada en 2016 y después llega lo del agua a Monterrey y fue un boom, porque de eso va la historia: la ficción nos pasó, la realidad alcanzó tremendamente a la ficción”, dice en entrevista Alberto Ontiveros, director de la obra.
El origen de Corruptocracia es un texto escrito de manera formal/tradicional, puntualiza el director, pero la agrupación Gorguz Teatro decidió montarlo como un espectáculo de arte contemporáneo en escena, el cual combina instalación y arte objeto: “Lo que hicimos fue un híbrido entre teatro de objetos y teatro formal, entre un teatro performativo y un teatro tradicional”.
Un formato que permite la participación de los espectadores, pues a partir de la reflexión en el juego escénico y a través del ejercicio democrático, el público con sus votos decidirá el rumbo y el final de la historia.
La obra cuenta con las actuaciones de Karla Caridad Gómez y Emmanuel Pichardo, la cual tiene una duración de 60 minutos y se presentará todos los miércoles de mayo en la Sala Novo del Teatro La Capilla a las 20:00 horas.
La sed del poder con la sed por el agua será una constante en Corruptocracia, con una premisa que transita entre la comedia y la reflexión. A la obra “no le hemos movido nada, tal cual se diseñó así ha estado, lo cual es bastante triste porque la situación es igual”. Sin embargo, para Alberto Ontiveros también puede ser una nueva oportunidad “de cambiar distintas cuestiones, la oportunidad de cambiar cosas y de mover situaciones para un bien común”.
PCL