La cosmogonía mexicana no conoce fronteras: Aranza Zu López

Aranza Zu López presentó "Quetzalcóatl, la leyenda", un proyecto que ha recorrido escenarios del mundo, pero que ahora busca exponer la riqueza de las tradiciones y leyendas de su propia tierra.

Aranza Zu López, egresada de Danza por el INBA y productora. (Andrés Lobato)
Raquel Toribio
Puebla /

Al tener como base la cosmogonía prehispánica, la cual es capaz de desafiar y romper fronteras para permitir que los espectadores se identifiquen mediante el lenguaje de la música y danza, Aranza Zu López, egresada de Danza por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y productora, dio a conocer el musical "Quetzalcóatl, la leyenda", proyecto que ha recorrido escenarios del mundo, pero que ahora busca exponer la riqueza de las tradiciones y leyendas de su propia tierra, mismas que forjan la identidad de México.

En entrevista con Milenio Puebla, Aranza Zu López, productora y directora de Arte y Folklor México, explicó que este proyecto nació desde la necesidad de resaltar la riqueza de las leyendas mexicanas, a partir de un diálogo escénico donde está presente la música, el canto y la danza:

"Soy amante de mis raíces, de todo lo que nos da identidad que se traduce en el folclor de México. Siempre hablamos de una mega diversidad, pero la verdad es que no la mostramos, siempre nos catalogan con el charro y el nopal y solo presentamos el jarabe tapatío, entonces México se traduce en más".

Al ser cuestionada sobre la vía y los retos de producir un musical donde se expusiera la historia de Quetzalcóatl, deidad prehispánica, Aranza Zu López comentó que este trabajo se realizó de forma orgánica, es decir, alejado de los estereotipos de musicales de Broadway, y en su lugar muestra el talento mexicano con sus partícipes:

"Me di cuenta de que había cierto desinterés de los niños y jóvenes. Esto no pasa con el tema de los musicales, todos quieren ir a ver 'El rey león', entonces me cuestioné cómo hacer para acaparar la atención, pero descubrí que no tenemos nada que inventar, no necesitamos una historia de Disney, México tiene muchas historias y leyendas y un pasado maravilloso. Combinando el folclor con la cuestión de los musicales, la danza es un lenguaje universal, y así empezamos ensamblar y mostrar algo a la altura de las grandes producciones de Broadway, pero mexicano que hable de México y que impulse el nuevo talento. Así empecé la creación de un guion".

En ese sentido, resaltó que en el musical participan 73 elementos responsables de la música, así como 50 bailarines en escena, cuyo proceso tardó alrededor de un año. "Es un reto resumir 500 años de historia”.

Aunado a lo anterior, narró el proceso de comunicación de quienes integran el musical, con el fin de generar en el espectador una experiencia estética donde la cultura mexicana es el vehículo para la catarsis:

"Es un espectáculo que combina la historia con la modernidad. Tenemos a dos cantantes: Silvia Zepeda y Fabiola Jaramillo, dos importantes voces de las que es inevitable no sentirte atraído. Es una obra muy fuerte, desde que entras al teatro y te remite los aromas a copal, es una obra sensorial en todos los sentidos. Además, está rompiendo estereotipos tanto de las compañías de danza como de los musicales, porque aquí no hay diálogo, todo se cuenta a través de la danza y del canto, hay canciones en náhuatl traducidos al español e inglés y tenemos un poema de Nezahualcóyotl, que nos dice 'a qué venimos a esta vida' y es justamente a dejar huella y es parte de lo que yo creo. El arte es parte de todo esto y puede tocar corazones".

Por lo anterior, la también artista explicó cómo el proyecto ha traspasado fronteras, ya que "Quetzalcóatl, la leyenda" se ha presentado en los Balcanes, punto geográfico donde dejó atrás la barrera de lenguaje que fue sustituido por la danza y la música:

"En la última gira en la región de los Balcanes, el primer país que pisamos fue Kosovo. No tenemos relación diplomática con Kosovo porque México no lo reconoce como país independiente, y aquí entran conflictos políticos de los que el arte no es partícipe y esto quedó asentado en el Museo Nacional, donde por primera vez dos países se unen y no a través de la política, sino a través del arte y la cultura. Nos recibieron de una forma increíble, la gente no sabía cómo habían llegado mexicanos ahí. Fuimos el primer espectáculo extranjero en pisar ese país. Luego fue Serbia, estuvimos 18 horas intentando cruzar la frontera porque todavía perduran conflictos bélicos, fue una competencia internacional y no nos querían dejar concursar porque habíamos estado en Kosovo, pero la gente gritaba 'México, México’ y nos ovacionaron. Quedamos segundo lugar, nuestro eslogan es ‘Haciendo historia' y lo más palpable fue en esa gira".

Sin embargo, tras dicho recorrido y con presentaciones programadas en Arabia Saudita, Turquía y Las Vegas, el musical busca continuar en tierras mexicanas, pues es donde sabe que el público requiere sentirse orgulloso de sus raíces:

"Lejos de salir del teatro con aplausos, el público sale orgulloso de ser mexicanos y no solo aquí (...) Esta obra lleva un mensaje de amor, de unidad y de que México no es violencia, no es delincuencia, no es narcotráfico, sino México es leyenda, es historia, así como los guerreros aztecas nosotros tenemos ese temple, esa fuerza por ser mexicanos", finalizó.

mpl

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